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Rumanía

Gabriel Achim • Director de Snowing Darkness

"De niño soñaba con matar a Nicolae Ceauşescu”

por 

- Hemos hablado con el director rumano sobre lo que hay detrás de la que probablemente sea su película más personal y críptica hasta la fecha

Gabriel Achim • Director de Snowing Darkness

Tras su estreno mundial en la selección del Festival Internacional de Cine Tallinn Black Nights del año pasado y su debut nacional en la selección del Festival de Transilvania, el tercer largometraje del director rumano Gabriel Achim, Snowing Darkness [+lee también:
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, se está proyectando actualmente en los cines de Rumanía. Hemos hablado con el director sobre el arte como terapia, sobre el primer largometraje rumano de la nueva ola con final feliz y sobre cómo el hecho de no hacer una determinada película puede llegar a convertirse en otra película.

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Cineuropa: Cuando hablamos por primera vez de Snowing Darkness (leer la noticia), me dijiste que todas tus películas son en realidad reconceptualizaciones de proyectos que no pudiste realizar. ¿Qué reconceptualiza Snowing Darkness?
Gabriel Achim: Mientras escribía el guion, estaba trabajando en Raw and Cooked, un largometraje sobre una historia alternativa de la muerte de los Ceauşescu, en la línea de Malditos Bastardos (de Quentin Tarantino), si se quiere. El proyecto ganó varios premios de desarrollo, consiguió tanto el apoyo financiero del programa MEDIA como un coproductor francés, y sin embargo nunca obtuvo más de 5 de 10 puntos cuando se presentó a los concursos de guiones organizados por el Romanian National Film Center.

De niño soñaba con matar a Nicolae Ceauşescu. Pensaba en un sinfín de enfoques, por ejemplo, utilizando un rifle de francotirador, o detonando suficiente dinamita como para destruir su helicóptero mientras aterrizaba en el campo de maíz de mis abuelos. Y tenía muchísimas razones para soñar despierto con esto, la más fuerte era el hecho de que no se nos permitía ver más de 15 minutos de dibujos animados a la semana, algo que podías perderte fácilmente si querías dormir hasta tarde los domingos por la mañana.

Raw and Cooked fue un enfoque invertido de mis sueños infantiles, y con esto quiero decir que en mi película no quería encontrar la mejor opción para matar al dictador (que en realidad llevaba tres décadas muerto), sino para salvarlo. Para ello imaginé incluso una road movie en la que huía de una multitud de linchadores enfurecidos disfrazados de Papá Noel. Para resumir, con Raw and Cooked quise aproximarme a la fragilidad de nuestra humanidad.

Pero cuando me di cuenta de que las posibilidades de hacer esa película eran prácticamente nulas, la depresión me venció. Intenté mejorar con The Last Day [+lee también:
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(mi segundo largometraje), pero esa película empeoró aún más las cosas. No podía entender cómo una película tan buena no les interesaba a los festivales y, sobre todo, por qué no me ayudaba a hacer más fácilmente mi siguiente película. De nuevo, para resumir, aquí es donde empecé con Snowing Darkness. Pero en lugar de salvar a Ceauşescu, intenté salvarme a mí mismo.

Tu cuenta de Facebook es probablemente la más divertida entre los directores rumanos. Al mismo tiempo, dices que tus películas “nacen de la depresión”. ¿El humor es un mecanismo de defensa?
Está claro que el mejor humor es el humor negro, que solo puede nacer de la desesperación. Ricky Gervais sufre depresión, y precisamente por eso su humor es tan bueno e implacable. Otros ejemplos son Woody Allen e incluso Lars von Trier. No me corresponde decir si el humor es un mecanismo de defensa, pero estoy seguro de que es una herramienta justa si quieres sobrevivir.

¿Puedes dar al público una clave para entender mejor Snowing Darkness?
Un muy buen amigo, que ya no está, me contó una historia sobre su abuela, que lo cuidó cuando era un bebé. Él lloraba continuamente, sin importar lo que ella hiciera para calmarlo. Su abuela, desesperada, amenazó con lanzarle desde la ventana de su piso en la cuarta planta. Abrió la ventana y, cuando quería tirarlo, vio que un hombre que pasaba por allí la estaba mirando. El encuentro con la mirada de otra persona la hizo volver en sí, completamente sorprendida por haber pensado en arrojar a su nieto por la ventana. Yo diría que la mirada es una clave para entender mejor mi película.

¿Crees que el cine puede ser terapéutico?
No creo realmente en el poder del arte como terapia. Puede que algunos espectadores encuentren ayuda al ver una película, pero mi opinión es que el cineasta no encuentra ayuda en hacerla. Más bien al contrario. A mí, desde luego, no me ayudó. Como ocurre en mi película, utilizar el arte como terapia tiene un coste adicional. Y también creo que para la mayoría de los espectadores que necesitan ayuda, el arte y la cultura pueden ser aún más confusos. La gente no quiere enfrentarse a sí mismos en el espejo que se supone que el artista les pone delante. Y un diagnóstico (profesional) y esta confrontación son pasos esenciales en la terapia.

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(Traducción del inglés por Jordi Lloret)

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