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MÚNICH 2022

Katharina Woll • Directora de Everybody Wants to Be Loved

“A veces decimos que no queremos parecernos a nuestros padres, pero normalmente es justo lo que sucede”

por 

- En el primer largometraje de la directora alemana, Anne Ratte-Poll interpreta a una psicoterapeuta que necesita desesperadamente que alguien la escuche y tenga en cuenta sus necesidades

Katharina Woll • Directora de Everybody Wants to Be Loved
(© Sebastian Urzendowsky)

El Filmfest München de este año acogió la proyección del primer largometraje de la directora alemana Katharina Woll, Everybody Wants to Be Loved [+lee también:
tráiler
entrevista: Katharina Woll
ficha de la película
]
. Su retrato íntimo de una mujer de mediana edad que intenta facilitar la vida de todos los que la rodean mientras se pierde a sí misma en el proceso ganó el premio a Mejor guion en el festival (ver la noticia). Everybody Wants to Be Loved contiene una sólida interpretación de la actriz alemana Anne Ratte-Polle en el papel principal. La directora nos cuenta más sobre el reparto y los diferentes aspectos del proceso de producción.

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Cineuropa: El reparto era crucial para tu película. ¿Pensaste en Anne Ratte-Poll desde el principio?
Katharina Woll: El proceso de casting fue un poco más complejo en el año del coronavirus. Pero tenía en mente a Anne Ratte-Polle desde el principio, y se unió al proyecto medio año antes de que empezáramos a grabar. Quería tener a Anne debido a su fuerza. Ella siempre pone algo contradictorio en sus papeles. Aquí, interpreta a un personaje que no es muy habitual en su repertorio, ya que suele interpretar a personas autodeterminadas. En un momento dado, me pregunté si sería más apropiada para el papel una actriz más suave y femenina —en un sentido clásico—, pero me gustaba trabajar con el contraste.

¿Cómo desarrollaste la historia?
El proceso de escritura fue muy extenso. Trabajé con Florian Plumeyer, un autor al que conozco desde hace mucho tiempo. Pensamos la historia juntos, y él la escribió. La película es una colaboración entre ambos. La protagonista es un personaje que teníamos en mente desde hacía mucho tiempo; sabíamos que podíamos construir algo interesante en torno a ella. Primero, pensé en otra historia sobre una relación madre-hija, ambientada en Grecia. Pero era muy caro y complicado. Por eso pusimos la idea inicial en otro contexto. Luego, estaba Anne, que aportó al personaje los últimos aspectos importantes. En el proceso de edición nos dimos cuenta de lo mucho que transmite su interpretación. Por eso también decidimos eliminar la voz en off con la que teníamos pensado contar más al espectador sobre los pensamientos de la protagonista. Ya decimos todo sin eso.

El centro de la historia es la relación madre-hija, que abarca varios niveles. ¿Te has inspirado en elementos autobiográficos?
La madre de Florian es terapeuta sexual, y mi tía es terapeuta. Así que tenemos algo de experiencia en ese ámbito, que usamos para la película. Nos gustaba poder contar la idea de tres generaciones de mujeres, madres e hijas. Nos inspiramos en personas que conocemos y eso la hace autobiográfica, pero a nivel personal, me identifico con las tres mujeres de la película.

¿Qué era importante en el desarrollo de la pareja de la protagonista?
Al principio, pensamos que debería proceder de Estados Unidos. Tenía que hablar con un acento, pero era difícil encontrar al actor adecuado para el trabajo. Finalmente, se convirtió en suizo. No sé si todos se darán cuenta de que es suizo, a partir de la actuación de Urs Jucker. Pero en un momento de la historia, él lo dice. Hicimos una sesión de casting e intentamos emparejarlo con Anne [Ratte-Polle]. Tiene mucho talento como actor cómico.

¿Tiene algún significado especial que madre e hija sean pelirrojas?
A veces decimos que no queremos parecernos a nuestros padres, pero normalmente es justo lo que sucede. El pelo rojo es un símbolo de eso.

Además de este color rojo, el resto de la película tiene un aspecto bastante pálido. ¿Qué idea tenías para el concepto visual de la película?
La idea era dar la impresión de un día de verano muy caluroso y húmedo. Queríamos que la película tuviese un aspecto que no gritase “digital”, directamente, aunque grabamos en digital, ya que de lo contrario hubiese sido muy caro. Queríamos tener colores desaturados, que recuerden al cine clásico estadounidense y la apariencia de los años 60.

Esto también se ajusta al lugar donde grabaste, ya que los colores pastel son dominantes. ¿Fue difícil encontrar la localización para el rodaje?
Buscamos mucho. Es un lugar virtualmente desconocido, y me gustaba la idea de usar algún lugar de Berlín que fuese poco común. Luego encontramos este edificio, construido por un arquitecto holandés. Es un proyecto de viviendas sociales, y pudimos usar el apartamento más alto.

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(Traducción del inglés)

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