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BIF&ST 2022

Michael Steiner • Director de And Tomorrow We Will Be Dead

"Daniela y David esperaban que pudiera hacer una película que contase su verdad"

por 

- Hemos hablado con el director suizo sobre su película, que reconstruye el secuestro de dos turistas de su país en Pakistán y su polémica liberación ocho meses después

Michael Steiner  • Director de And Tomorrow We Will Be Dead
(© Bif&st)

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]
, parece una sentencia cruel que, por fortuna, no se llevó a cabo. Es bien sabido que Daniela Widmer y David Och, dos jóvenes turistas suizos secuestrados en Pakistán en 2011 y cuya historia real reconstruye la nueva película del director suizo Michael Steiner, consiguieron escapar sanos y salvos de su cautiverio después de seis meses en manos de los talibanes. Sin embargo, una vez en casa, se encontraron con una ola de desconfianza de los medios de comunicación, que no creyeron su historia, ya que consideraban que se había pagado un rescate para liberarlos. Hablamos de este tema con el director en el 13º Bif&st de Bari, donde la película se proyectó en competición en la sección Panorama Internacional.  

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Cineuropa: La historia empezó hace 11 años, cuando conociste a Daniela y a David poco después de su liberación y, de inmediato, pensaste en hacer una película sobre ello. ¿Por qué llevó tantos años hacerla?
Michael Steiner: La primera razón es que llevó mucho tiempo conseguir financiación para hacer la película. Nadie creía la historia y las personas que la financiaban no estaban de acuerdo con nuestra versión de los hechos, que era la verdad sobre Daniela y David. La segunda razón es que hubo muchos borradores del guion; no era fácil condensar en un guion ocho meses de cautiverio y lo que experimentaron durante esa etapa en dos horas de película. Fue muy difícil decidir qué cosas mantener, qué grabar y cómo hacerlo.

¿Cómo hiciste tu investigación a lo largo de los años?
El trabajo de investigación fue muy exhaustivo. Cuando leí en los periódicos que dos ciudadanos suizos habían sido secuestrados en Pakistán y luego trasladados a 400 kilómetros del lugar donde fueron capturados, sentí curiosidad, y contacté con ellos cuando volvieron a casa, quería hablar con ellos para saber lo que sucedió. Se mostraron muy abiertos conmigo desde el principio, los medios de comunicación los atacaban y de alguna manera esperaban que pudiera hacer una película que contara su verdad.  

¿Por qué la prensa no creía su versión de los hechos?
Un importante periódico suizo tenía un informante en el lugar que probablemente reunió falsa información de que era imposible que los dos rehenes escaparan. Los demás medios de comunicación aceptaron esta versión de los hechos sin comprobarla, así que Daniela y David cargaron con una sentencia sin apelación. Durante años, hablé con ellos y vi la tristeza en sus ojos, la dificultad de continuar sus vidas en su país. Y hasta el día de hoy, nadie ha admitido su error o se ha disculpado con ellos.  

¿Qué te convenció de la veracidad de la historia de Daniela y David?
Todos esos periodistas no recibieron información de primera mano, y no hicieron ninguna investigación. En ese momento, entendí que tenía que recurrir a la diplomacia para comprobar la veracidad de esa historia. Así que fui a diferentes embajadas, sobre todo a la de Pakistán, donde me dijeron que no sabían nada del tema. Básicamente, cuando Daniela y David lograron escapar, se encontraron frente a una embajada que no se organizó para recibirlos: hasta el embajador llegó más tarde porque tenía otro compromiso ese día. Desde ese momento entendí que su historia era cierta.

La película mezcla acción y emociones fuertes. ¿Cómo trabajaste con los actores, Morgane Ferru y Sven Schelker?
Fue complicado volver a experimentar esos sentimientos todos los días sobre lo que implica ser un rehén. Trabajamos con un entrenador, que fue con nosotros a la India para el rodaje. Es difícil entender cómo te sientes después de 250 días de cautiverio, sólo puedes imaginarlo y es una sensación extraña difícil de reproducir: fue un rodaje complicado para ellos y para mí.

La película también muestra destellos de humanidad de los talibanes. Sobre todo, el líder talibán, Nazarjan. ¿Fue así?
Nazarjan quería que David se hiciera talibán, había una especie de amistad entre ellos. No quería hacer una película donde solo aparecieran personas malas, para mí era importante ofrecer una mirada profunda a los personajes; estudié antropología en el pasado y me interesa ver cómo es la gente. Había muchas historias humanas que contar, así que elegí algunas.  

¿Cómo fue la reacción de los espectadores cuando se estrenó la película en Suiza?
No la vio mucha gente porque cuando se estrenó, el Covid volvió y todas las películas fracasaron. En los festivales donde fue proyectada, fue bien recibida. Creo que es una película que te invita a ver más allá de los titulares, una película tensa. Las mujeres empatizan con Daniela, la admiran. Es una película muy femenina, y eso es algo que salió después, no lo pensé cuando la hacía.

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(Traducción del italiano)

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