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MILLENNIUM DOCS AGAINST GRAVITY 2021

Paweł Łoziński • Director de The Balcony Movie

"Quería ver si podía revertir los papeles y no ser seguir a las personas con la cámara, sino esperar a que viniesen a mí"

por 

- Cineuropa ha entrevistado al experimentado director polaco para hablar sobre su último trabajo, premiado en la Semana de la Crítica de Locarno y en el Millennium Docs Against Gravity

Paweł Łoziński  • Director de The Balcony Movie
(© Ludwik Lis)

Durante dos años y medio, Paweł Łoziński, uno de los directores de documentales más reconocidos y aplaudidos se sentó en su balcón, y enfocó su cámara hacia la acera de abajo y las personas que pasaban caminando. Al hacerles unas cuantas preguntas sencillas, nos cuenta algunas historias humanas increíbles, con toda la felicidad, orgullo, tristeza y soledad que las acompañaban. The Balcony Movie [+lee también:
crítica
entrevista: Paweł Łoziński
ficha de la película
]
llega a las pantallas del 18º Millennium Docs Against Gravity, cuya parte online tendrá lugar hasta el 3 de octubre.

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Cineuropa: No podemos dar comienzo a esta entrevista sin hacerte la misma pregunta que tú le hiciste a los personajes de tu película: ¿quién eres?
Paweł Łoziński:
¿Ahora mismo? Un hombre ocupado, pero solo por un tiempo, un par de semanas, y después, todo volverá a la normalidad. Para mí, la normalidad es la vida misma: pasear con mi perro, la vida en familia, el trabajo, buscar una idea nueva para una película. Pero la pregunta de “¿quién eres?” es peligrosa, ¿sabes? Por eso la hacía. Veía el impacto que tenía esa pregunta en mis protagonistas y cuando uno o dos de ellos me la devolvió, yo mismo sentí un gran peso. Llega un momento con los años (en mi caso, a los cincuenta y tantos) en el que uno hace balance de su vida y de los papeles que ha tenido. Y todo lo que me viene a la cabeza es un cliché: soy padre, pareja, director... Sumo todo eso en mi cabeza, y me da la impresión de que en realidad no es mucho. Es una sensación horrible. Lo interesante fue que los hombres a los que les hice esa pregunta nunca dijeron que eran un “hombre”, mientras que las mujeres solían empezar con la respuesta “soy una mujer”. Y tú, ¿quién eres?

Una persona haciéndote unas preguntas. Definir quién es una persona parece restrictivo, y también lo es el encuadre que utilizas en tu película, fijado hacia el suelo bajo tu balcón. ¿Qué te aportó todo esto?
Era un experimento. Quería comprobar si podía invertir los papeles y no perseguir a la gente con una cámara, sino esperar a que viniesen a mí. Quería cerrar el mundo dentro del encuadre y esperar a que se llenara de gente. Me gustan las limitaciones en el cine, me gusta la estructura, y esa forma ascética me parecía especialmente interesante. No miré alrededor ni me fijé en los árboles; eliminé todo lo que era irrelevante y me centré en 8 metros cuadrados de pavimento, lo que lo convirtió en lo que yo llamo un “río de vida”.

Te pasaste dos años y medio observando este río.
Hoy, cuando pienso en ello, no sé cómo pudo pasar. Era un poco como una adicción: agotador y emocionante al mismo tiempo. Esperar a una persona, descubrir quién era y qué tenía que decir, y grabar el material fue fascinante.

A algunos ya los conocías, como a tus vecinos.
Yo no conocía tanto a ninguno. Llegué a conocer un poco mejor a Zosia y Jadwiga. Pero a Robert no lo conocía en absoluto, y me contó muchas cosas sobre él. Al principio, tenía en mente que la mayoría de mis personajes aparecerían en la película una sola vez, y solo unos pocos son recurrentes.

Sueles enfocar con la cámara a tu entorno más cercano: a tu vecino o a tu padre, Marcel Łoziński, que también es director. Pero podrías estar viajando por el mundo en busca de historias.
Como ya he dicho, era un experimento, y quería demostrarme a mí mismo y a los demás que no necesito correr con una cámara o ir a rincones remotos del planeta para encontrar a mis protagonistas. Puedo quedarme quieto y, si lo hago durante el tiempo suficiente, el mundo vendrá a mí. Grabé a mucha gente de distintos países, pero decidí limitar mi historia a lo que mejor conozco: Polonia. Es una película sobre Polonia, y tienes razón en que la mayoría de las veces dirijo mi cámara hacia lo que me rodea, pero también hay excepciones.

Como en Birthplace, un documental mítico sobre Henryk Grynberg en el que descubrimos el destino de su familia, que falleció en la Segunda Guerra Mundial.
También trataba sobre mí, un judío polaco. Me he dado cuenta de que más o menos todas las películas tratan sobre mí. Y si pregunto a la gente cuál es el sentido de la vida, o quiénes son, es porque yo mismo no tengo una buena respuesta para estas preguntas.

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(Traducción del inglés por Nuria Olivas Valera)

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