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VENECIA 2021 Fuera de competición

Luca Rea • Director de Django & Django

“Corbucci no estaba realmente considerado un artista o un autor, pero es lo que era, y queda claro en sus westerns"

por 

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Luca Rea  • Director de Django & Django
(© La Biennale di Venezia - Foto ASAC/Giorgio Zucchiatti)

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tráiler
entrevista: Luca Rea
ficha de la película
]
de Luca Rea, proyectada fuera de competición en el Festival de Venecia, Franco Nero se encuentra con Jamie Foxx, en cierto modo. O quizás sea Sergio Corbucci quien se encuentre (si bien póstumamente) a su fan de toda la vida, Quentin Tarantino, hablando sobre cada detalle detrás de los westerns de los 60 que inspiraron su película Django Desencadenado (2012) o de la escena de la oreja en Reservoir Dogs.

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Cineuropa: Prácticamente, es como si hubieses concedido al mundo otra masterclass de Quentin Tarantino. Entra en tantos detalles… Se puede sentir el cariño que le pone.
Luca Rea:
Todo empezó por Nicoletta Ercole, nuestra productora. Ella es una conocida diseñadora de vestuario y ha trabajado con grandes directores italianos, incluido Sergio Corbucci. La trataron como una más de la familia y quería rendir homenaje a Sergio y a sus películas. 

Me he llevado bien con Quentin desde 2004, cuando hicimos la retrospectiva Italian Kings of the Bs, la cual fue también para el Festival de Venecia. Mostramos todas esas películas del pasado que por aquel entonces no podían verse en ningún otro lugar. A partir de ahí, nos hicimos amigos y confía en mí, creo. Casi 20 años más tarde, cuando supe que le gustaba Sergio Corbucci y que estaba intentando escribir un libro sobre él, lo localicé cuando todavía estaba en proceso. Charlamos sobre lo que haría que Sergio resultase interesante desde el principio, incluso para los jóvenes, y de ahí vino la secuencia previa al título, por ejemplo.  Hay un spin-off de Érase una vez en Hollywood, en la que Quentin nos cuenta qué le pasó a Rick Dalton [interpretado por Leonardo DiCaprio] en Italia cuando fue allí para hacer westerns, algo que no llegamos a ver como tal en su película. Vino al set con un montón de notas sobre las cosas de las que quería hablar, así que acabé usándolo como el narrador principal de la película.

Aparte de Sergio Leone, que obtuvo cierto reconocimiento en el mundo del cine de arte y ensayo, se solía menospreciar a estos cineastas y durante mucho tiempo se les consideró “de pacotilla”. ¿Realmente era el caso?
Y no fue solo en Italia: también es algo muy común en el cine popular en general, o en las películas de género. Sergio Corbucci hizo más de 70 películas a lo largo de su carrera, entre ellas comedias muy populares. Pero podía expresar de verdad su urgencia artística en estos westerns, y esta no es solo mi opinión. Fue un redescubrimiento interesante. Es muy conocido en Italia, obviamente, si bien no se le considera realmente un artista o un autor. Pero eso es lo que era y es evidente en sus westerns, pese a ser el género más popular en aquella época.

Durante años, se le ha conocido como el hombre que llevó la violencia hasta su mayor extremo. “Le gustó la sangre,” dice en tu película el director de Holocausto Caníbal, Ruggero Deodato, admitiendo que fue él quien le enseñó la crueldad.
Al final, conseguimos abarcar prácticamente todos y cada uno de los aspectos de sus westerns y no creo que ninguno sea más importante que los demás: todos lo son por igual. Personalmente, creo que aquí, la influencia del cómic fue crucial. Toda la violencia viene de ahí: es violencia propia de un cómic. Hubo muchos debates al respecto en su momento, pero él (y el público más joven) tenía claro que siempre apuntaba en esa dirección y que no era una representación realista. Los más mayores, simplemente no lo entendieron [risas]. 

Decidí no entrevistar a demasiada gente en la película. En cuanto empiezas a hablar con todas las personas implicadas, siempre es lo mismo: “Sí, me acuerdo de aquella época, yo propuse tal y cual”. La auténtica sensación que de verdad quieres tener es la de que te hagan retroceder en el tiempo. Estar allí en el set, con Sergio Corbucci, vivirlo todo tal y como sucedió. Quentin consiguió ese efecto en Érase una vez... La diferencia está en que él lo hizo con un montón de dinero y el tipo de montaje que te transporta de verdad a los años sesenta. En mi caso, todo lo que podía hacer por aquel entonces era localizar todo el metraje posible. 

Muestras escenas muy largas de las películas de Corbucci, no sólo algunos fragmentos. En este tipo de documentales, no es algo muy habitual.
Sí, es la típica estructura de “cabeza parlante”, algo que no quería incluir, estaba seguro de ello. Cuando veo “documentales cinéfilos”, también me da curiosidad verlo: quiero ver cómo se hizo la película, cuáles fueron las condiciones del set de rodaje, y cómo se comportó el director. Precisamente por esto no me daba miedo dejar esas escenas un tiempo en pantalla. No es que haya una regla que siempre tengas que seguir; nadie te puede decir cómo de corta o de larga debería ser una escena en tu película. La clave estaba en encontrar el ritmo adecuado. 

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(Traducción del inglés por Nuria Olivas Valera)

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