25/08/2021 - En su primer largometraje, la directora croata vuelve al colegio... y confirma que hay cosas que nunca cambian

(© Nikola Zelmanovic)

En su primer largometraje, The Staffroom [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Sonja Tarokić
ficha de la película], proyectado en competición en Karlovy Vary, Anamarija (Marina Redžepović) acaba de encontrar un nuevo trabajo: será orientadora en un colegio. Pero integrarse en la comunidad cerrada de profesores es más difícil de lo que esperaba, sobre todo cuando empieza a cuestionar los métodos de uno de sus colegas (Stojan Matavulj). O, mejor dicho, su cordura. Hablamos con la directora de la película, Sonja Tarokić.

Cineuropa: Parece que los profesores siempre tienden a tener muy mala prensa: todos se quejan de ellos, tanto estudiantes como padres. ¿Tienes experiencia en educación?
Sonja Tarokić: Nunca he trabajado en un colegio, pero me siento conectada a las historias sobre “el sistema”, en general. Crecí en una familia de psicólogos. La madre de nuestra actriz principal es orientadora y directora de una escuela infantil, mientras que la madre de nuestra productora es profesora. Está ese vínculo personal, se podría decir, pero me interesaban más esas micro tensiones que te hacen empezar a dudar de tu propio sistema de creencias y de tu fortaleza. La película muestra cómo la ansiedad y la tensión entran en tu vida sin que te des cuenta, y que a veces no puedas solucionar un problema sin establecer antes algunas relaciones. Se trata de elegir tus batallas.

Muchas personas se acercaron a nosotros después de la proyección, aquí en Karlovy Vary. Nos dijeron: “Somos nosotros; esta es mi vida”. Eso significó mucho. El público general es una cosa, pero es un alivio saber que también les gusta a las personas que trabajan de verdad en una sala de personal como esa: no se sienten traicionados o decepcionados.

En un panel reciente sobre la salud mental en los sets de rodaje también se mencionó eso: micro agresiones, luz de gas. Y, sin embargo, en su caso, tiene que volver a esa habitación todos los días.
La parte más desafiante, pero también la más importante, de esta historia era asegurarse que pudieras empatizar con cada persona de esa habitación. Es claustrofóbico, pero entiendes por qué alguien tiene miedo de los padres o siente compasión hacia algunos lunáticos que trabajan con ella todos los días. Al mismo tiempo, también entiendes a los padres, a la orientadora y a la directora. Todo el mundo está equivocado y tiene razón al mismo tiempo. La ansiedad está ahí, pero nadie es mala persona. Todos tienen sus razones por las cuales no quieren pelear. Anamarija no puede ayudar a uno de los estudiantes, precisamente porque tiene demasiados enemigos. Tienes que llevarte bien con los demás para hacer tu trabajo.  

En la actualidad, cuando tienes una protagonista femenina, hay presión para mostrarla fuerte, exitosa y luchadora. Ella no lo es.
Ella quiere encajar y cambiar las cosas: es su conflicto interno, constantemente. Estos son tus compañeros, y cuando no tienes ni un solo amigo, ¿a quién recurres? Elegí esa profesión como una herramienta narrativa: ella no es una de las profesoras. No tiene un aula o una zona de dominio que nadie pueda tocar. Por eso ellos sienten la intrusión. Pero necesita ser la mediadora entre los profesores, los padres y los niños, algo que siempre la posiciona en medio.

Hay mucha tensión en la historia. Pone a uno un poco nervioso, también debido a la música.
La historia, al igual que la música, da vueltas en círculos. Tienes un problema, tienes que volver, y luego algo vuelve a ocurrir. Es como bailar. Siempre fue nuestra intención a la hora construir este crescendo de tensión porque no sólo se trata de ella como ser humano, sino también como trabajadora. ¿Cuáles son sus opciones? Por supuesto, la escuela tiene una reputación que cuidar: tienes la responsabilidad de asegurar a los padres que todos los que trabajan allí están en su sano juicio y haciendo su trabajo, por ejemplo. 

Presumiblemente, muchos podrían considerar su trayectoria como trágica.
Es un error, pero no su error personal. Es la vida; así son las cosas a veces. Además, ella todavía tiene “eso” en ella. Tiene que mantener su llama interior encendida. Es una historia sobre darse cuenta de que no eres un héroe, y eso significa que tienes que perdonarte a ti mismo, pero también a los demás (por no ser tan fuertes como a los demás les gustaría que fuésemos). Es doloroso, pero quizás el año que viene, será más sabia. Porque siempre hay un próximo año.

(Traducción del inglés)