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BERLINALE 2021 Competición

Maria Schrader • Directora de I’m Your Man

"Quizá haya algún manual aquí sobre cómo mejorar nuestras relaciones"

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- BERLINALE 2021: ¿Nadie es perfecto? Los personajes sí lo son en la película protagonizada por Maren Eggert y Dan Stevens, pero según la directora alemana, esto es parte del problema

Maria Schrader  • Directora de I’m Your Man

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, de Maria Schrader, proyectada en la sección principal de la Berlinale, Alma (Maren Eggert) prueba a Tom (Dan Stevens) durante tres semanas. Él es un robot humanoide que, según le han dicho, es todo lo que ella ha soñado y más. Sus gestos románticos fracasan, pero hay algo en él. Y no son sólo esos ojos azules.

Cineuropa: En especial, en las comedias románticas, hay ciertas ideas sobre cómo deberían ser el hombre o la mujer perfectos. ¿Querías exagerarlo?
Maria Schrader: Sí [risas]. Recuerdo que cuando me enteré de la existencia del relato [de Emma Braslavsky], lo único que pensé fue: mujer conoce a hombre robot. Me recordó mucho a la premisa chica conoce a chico. Primero pensé en Ex Machina [+lee también:
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y en que sería interesante cambiarlo: que el hombre sea el objeto. Me di cuenta de que no estamos acostumbrados a eso, a que un chico guapo sea tratado así. Alma lo llamaría “esta cosa” o diría: “Si realmente está hecho para mí, muéstrame el pene”. ¡Suele ser al revés! Las mujeres son los objetos, están ahí para hacerte feliz. Fue muy agradable tener a Dan Stevens como compañero porque suele ser poco frecuente encontrar un actor guapo que disfrute haciendo el ridículo. A los actores —y lo sé porque yo también lo soy— no les gusta quedar mal. Pero cuando lo haces, te sientes libre.  

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En Ex Machina, ves inmediatamente que la Ava de Alicia Vikander es una máquina. Aquí, todos los mecanismos están tan bien escondidos que es fácil olvidarlo.
¿En serio? Es interesante. Algunas personas me dijeron que nunca olvidaron que él era un robot, a pesar de que empezara a gustarles. Pero, ¿quizás lo olvidarían? No podría afirmarlo. La historia de Braslavsky estaba ambientada en el futuro, cuando los robots como Tom alcanzan esa forma humana perfecta. Ya forman parte de la sociedad; se trata de adaptarlos para cubrir necesidades individuales. Lo que ves es a Dan Stevens, y él dice todas las cosas que, en secreto, nos gustaría que dijera nuestro compañero. Alma sabe que es porque él está programado, pero su resistencia está sobre todo en su cabeza. No es porque parezca una máquina. Estamos rodeados de algoritmos: Alexa y todas esas herramientas que hacen nuestra vida más práctica. Una herramienta con la que quizás podrías casarte algún día. Pero Alma tiene ese concepto anticuado de lo que es el amor, y quizás es lo único que llega por casualidad. No es eso lo que nos hace a todos iguales, ¿anhelar algo que no podemos comprar? Sin embargo, otro “experto” que ella conoce nunca lo ha experimentado con un humano.

Esa escena es interesante. Historias como Las mujeres perfectas son muy negativas sobre esos conceptos, pero escuchar a este hombre te hace entender el significado de todo.
Aceptamos todos los tipos de amor, fetiches, que un culturista se case con su muñeca sexual. No debería haber juicios, se trata de cómo definirlo. Me gusta cuando Alma dice que ella no está teniendo una conversación real con Tom, que el “teatro está vacío”. Lo escribió mi coguionista, Jan Schomburg; de lo contrario, no lo elogiaría tanto [risas]. Probablemente, eso es lo que ocurre con Alexa. Al mismo tiempo, tienes razón: no queríamos ver otra fantasía donde esas criaturas se apoderan de la situación. Tom no se deja llevar por la ambición o los celos; él es pura atención. Si Alma permitiera que él y los suyos se introdujeran en nuestra sociedad, ¿serían mejores humanos? ¿Quizás esas imperfecciones de las que estamos tan orgullosos supondrán nuestro fin en algún momento?

Él también es torpe: al principio, dice que su poeta favorito es Rilke (en Alemania, eso se considera una broma). Pero entiendo por qué ella no quiere llevarlo a casa: ella también está influenciada por esas historias de que la inteligencia artificial puede ser peligrosa. Me di cuenta de esta interesante contradicción más tarde: ella está en contra de todo el concepto, pero le presta más atención a él que a los demás. Él es impredecible (si fuese una cita de Tinder, ella lo trataría diferente). ¿Quizás deberíamos prestarnos un tipo de atención diferente? Quizás aquí haya algún manual sobre cómo mejorar nuestras relaciones.

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(Traducción del inglés)

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