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VARSOVIA 2020

Petr Zelenka • Director de Droneman

"En la República Checa, no tenemos asesinos como Robert De Niro in Taxi Driver

por 

- Hemos hablado con el director checo Petr Zelenka sobre Droneman, presentado en la competición principal del Festival de Varsovia

Petr Zelenka • Director de Droneman

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, Petr Zelenka, director de títulos como Year of the Devil o Historias de una locura común, centra su atención en el terrorismo y la justicia social, ambos vistos desde el punto de vista de Pavel (Kryštof Hádek), un hombre que regresa a Praga con la idea de tomarse la justicia por su mano.

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Cineuropa: Nada más estrenarse la película, pudimos ver que se trataba de un espectáculo de acción, lo cual convierte a esta película en algo completamente distinto a tus anteriores películas. ¿Cuál es el motivo de este cambio tan drástico?
Petr Zelenka: La idea era hacer una película muy sencilla, a diferencia de las que había hecho anteriormente, que siempre habían sido películas dentro de películas, o con una estructura muy compleja. Esta vez, opté por un argumento mucho más sencillo: dos tíos que se traen algo entre manos, de los cuales uno acaba volviéndose un poco loco. Eso es todo, y lo fui desarrollando a medida que escribía el guion. Espero que, mediante el humor, la gente haya podido también entender el mensaje que transmite la película, que a su vez es de lo más simple: si te lleven al límite, coge tu arma y lucha. Aunque la gente piense que te has vuelto loco, lo tienes que hacer igualmente porque, ante asuntos tan importantes, es o eso o quedarse de brazos cruzados.

Hay una escena en la que se puede ver cómo el protagonista tiene todas esas fotos en la pared de su especie de casa provisional, a lo Una mente maravillosa. Lo normal es repudiar a este tipo de personas, pero parece que a ti te gusten.
Son imprescindibles para que haya un equilibrio. Sin ellas, todos seríamos demasiado correctos, estaríamos aburridos y no nos atreveríamos a correr riesgos. Este personaje sería todo un asesino si no fuera porque no es capaz de matar a nadie, que es algo que nos caracteriza a los checos. No somos unos asesinos. Sin embargo, en la película, el protagonista va muy muy lejos, y en realidad, me habría gustado que hubiera dado el paso de matar a alguien. Sé que no es del todo ético, y que va en contra de la ley y de todo lo que nos han enseñado, pero vivimos en tiempos de totalitarismo que nos dan derecho a hacer cosas extremas.

Este tío está descontento con lo que ve. En el ámbito local, no es más que populismo barato, pero en el internacional, se trata de un crimen por parte de Estados Unidos. He decidido centrar mis críticas en los estadounidenses porque son nuestros aliados. Siento mucho que la administración Bush haya cometido crímenes contra la humanidad, pero es un hecho. Hubo muchas personas que fueron torturadas por culpa de sus decisiones, muchas de las cuales acabaron en prisiones, o se les negaron sus derechos básicos, o incluso fueron asesinadas. Trataron a las personas como objetos. Hitler trató de hacerlo también y, tras la guerra, en los juicios de Núremberg, se llegó a la conclusión de que había sido el más cruel de todos los crímenes, por lo que se puede denunciar lo que hizo desde cualquier país. Lo mismo ocurre con el otro caso, no importa que no hubiera checos en Guantánamo, ni que George W. Bush no tenga la nacionalidad checa, desde nuestro país, podríamos denunciar lo que hizo. También os digo que es ciencia ficción, es algo que nunca pasaría en la vida real. Y eso es exactamente lo que no le cabe en la cabeza al protagonista, no entiende ni quiere entender la realidad. Es solo un hombre medio loco que vive en un mundo de locos, pero al fin y al cabo, en parte tiene razón.

Parece que todos han olvidado lo que ocurrió en Guantánamo, pero este tío no, no es la clase de hombre a la que se le olvidan estas cosas.
Cuando hablas con la gente sobre Guantánamo, te suelen decir cosas como: “Pero eso es agua pasada”. Y sí, es agua pasada, ¡pero todavía hay prisioneros allí! Y ya han pasado 17 años. Fue difícil distribuir esta película en nuestro país, ya que en la República Checa, todo lo que tenga relación con la política, por mínima que sea, se mira con recelo. Aquí, la gente tiene preferencia por las cosas simples, no como en Polonia, que son mucho más abiertos a la hora de hablar de política o de la complicada historia de su país.

Pavel es muy normal para ser un héroe. ¿Querías que el público percibiera esa cualidad de “hombre corriente”?
En la República Checa no tenemos asesinos como Robert De Niro en Taxi Driver, somos una nación de gente normal y corriente. En el guion, se trata de un químico que trabajaba para una empresa farmacéutica en Israel. Pasaba los días en el laboratorio hasta que, un día, perdió a su novia y volvió a Praga. Fue entonces cuando afloró en él esa necesidad de hacer algo.

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(Traducción del inglés por Jaume Joan Buforn Baldó)

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