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SAN SEBASTIÁN 2020 Competición

Pablo Agüero • Director de Akelarre

"Evité los clichés de las películas de época"

por 

- Pablo Agüero nos habla sobre su nueva película Akelarre, o la crónica de una caza de brujas que tuvo lugar siglos atrás, pero cuyas secuelas aún perduran hoy

Pablo Agüero • Director de Akelarre

El cineasta afincado en París Pablo Agüero (Mendoza, 1977) responde a las preguntas de Cineuropa sobre su nuevo trabajo, Akelarre [+lee también:
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, coproducción entre Francia, España y su Argentina natal, que se presenta en la sección oficial del 68º Festival de Cine de San Sebastián tras haber participado –cuando era un proyecto- en el VI Foro de Coproducción Europa-América Latina (2017), donde ganó el Arte Kino International Prize. Con este film vuelve a competir en Donosti tras hacerlo en 2015 con Eva no duerme [+lee también:
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Cineuropa: ¿Qué pertinencia tiene recordar hoy hechos como los que cuenta la película?
Pablo Agüero: Durante los primeros siete años de desarrollo de este proyecto, todos los productores me hacían esa pregunta. La caza de brujas es un hecho fundador de nuestra sociedad actual, con sus prejuicios, misoginia, miedos e injusticias; sin embargo, la relación de la película con la actualidad les parecía demasiado lejana. Y de pronto, en los últimos tres años, con el regreso de la revolución feminista, la actualidad de la bruja como figura rebelde volvió a ser una evidencia, como en los años sesenta. No solo es un símbolo del combate por la igualdad de género, sino también por la diversidad cultural, la libertad, la contestación del poder hegemónico...

Tu planteamiento de la puesta en escena, con planos cortos, cercanos y rápidos no es habitual en un film de época, que suele regodearse en la ambientación y los decorados. ¿Por qué esta decisión narrativa?
Quise evitar los clichés de las películas de época, dar vida a esta historia, volverla presente, vivir de cerca las emociones de las protagonistas como si fuesen chicas de hoy en día. Todo eso me parece importante para crear una verdadera tensión dramática, una experiencia que el espectador pueda compartir, pero también importante políticamente, para recordar que esta historia no ha terminado.

El tratamiento de la luz también es especial en Akelarre: ¿habéis tenido en cuenta alguna referencia pictórica, algún maestro de la pintura de la antigüedad?
El contexto determina la estética. Las velas, antorchas, bosques y calabozos sugieren naturalmente el claroscuro. La temática también determina un tipo de iluminación: Akelarre es una lucha de las Luces contra el oscurantismo. Y en un sentido más general, siento que el cine suele estar demasiado iluminado, como en esa falsa realidad del reality televisivo, donde no existen las sombras. Y donde no hay sombra, tampoco se ve la luz. Esa ha sido nuestra línea directiva: en lugar de iluminar plano por plano imitando tal o cual corriente artística, lo que hicimos fue determinar una serie de reglas de juego entre el decorado, la cámara y los personajes para que, aun improvisando, siempre se generen contraluces y claroscuros sin afectación, de manera orgánica.

La misoginia parece un mal difícil de erradicar pues, como muestra el film, viene de años atrás... ¿no será también miedo a perder el poder machista?
La pirámide del poder patriarcal dios-rey-padre-marido se ha sostenido durante siglos a través de la violencia y la represión. Cuando una mujer desobedece a su esposo, la pirámide se derrumba. Es la primera parábola de la Biblia, en el Génesis: la desobediencia de Eva nos condena para toda la eternidad. Esa es la piedra fundamental de una estructura de poder y de sometimiento que nos han inculcado, y de la cual nos cuesta mucho liberarnos ahora.

El sexo y su poder desarmante aterraba en aquella época, ¿esto sí lo hemos superado y somos libres sexualmente hablando?
Pienso que nos hemos liberado mucho con respecto a lo que fue el siglo XVII, pero muchas veces el sistema capitalista convierte la libertad en consumo y ansiedad desenfrenada. Y puede convertirnos en prisioneros de nuestra libertad.

¿Por qué da tanto miedo a los poderosos que alguien pueda ser libre?
Parece muy sorprendente que nuestra libertad en la esfera más íntima pueda afectar al poder político y económico, sin embargo así es, porque todo el sistema de poder se basa en la imitación y en la obediencia de las masas. Incluso hoy en día es flagrante: las empresas más poderosas del mundo, como Facebook, no producen nada concreto ni material; solamente gestionan la intimidad previsible de las masas para manipularlas. El poder se sostiene sobre esa obediencia internalizada e inconsciente. Si cada vaca pudiese decidir ser libre, el arriero no podría conducirlas a todas al matadero. 

Finalmente, ¿fue complicado levantar una producción entre tres países, de dos continentes, para un cineasta argentino que vive en París?
Fue una lucha encarnizada, llevó demasiados años: un tiempo escandaloso. Pero gracias a la unión de esas fuerzas y culturas diversas, el sueño de Akelarre ha podido hacerse realidad.

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