03/07/2019 - Los directores búlgaros Kristina Grozeva y Petar Valchanov nos han hablado de su última historia con toques de absurdo, The Father, que se ha estrenado a nivel mundial en la competición de Karlovy Vary

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ficha de la película]. A continuación, los directores nos hablan de este nuevo viaje creativo.

Cineuropa: Cuando Cineuropa cubrió por primera vez vuestro proyecto, dijisteis que la historia era muy personal. ¿Podéis decir algo más sobre ello?
Kristina Grozeva: El detonante de nuestra película lo tomamos prestado de algo que ocurrió de verdad el día del funeral de la madre de Petar. El teléfono de su vecino empezó a recibir mensajes y cuando los leyó, dio un grito ahogado y se los enseñó a todos los presentes: la llamada era del número de la madre de Petar, lo cual era imposible, obviamente. Y, aun así, por unos segundos, todos nosotros temblamos conmocionados… Queríamos que fuese verdad. Nos fascinó lo fácil que una persona totalmente racional puede dejarse llevar por lo sobrenatural, siempre y cuando les de algo de esperanza o alivio para el dolor. Ahí empezó a germinarse la idea, pero no lo volvimos a contemplar hasta cuatro años después, cuando nos planteamos de verdad convertirlo en una película.

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Habéis titulado a vuestro film The Father, pero la historia se narra completamente desde la perspectiva del hijo, interpretado por Ivan Barnev. ¿A qué se debe esto?
Petar Valchanov: Como la mayoría de la gente, ambos pasamos por ese conflicto continuo e irresoluble conflicto entre padres e hijos cada día. Lo sabemos bien de nuestra posición como hijo e hija. En la escuela de cine, una de las primeras cosas que te enseñan es a contar historias sobre aquello que conoces, porque es la única manera de ser completamente honesto. Simplemente seguimos esta regla básica.

En vuestro guion, se hacen algunos comentarios respecto a los “comunistas” que siguen en el poder y al sistema sanitario. ¿Crees que el cine tiene el deber de cambiar la sociedad al explorar sus conflictos?
K.G.: Parte más de nuestro propio deseo de vocalizar los diferentes temas y problemas a los que nos enfrentamos como sociedad. A través de nuestras películas, intentamos hacer una captura de la vida real, pintar la imagen de la persona contemporánea que vive en este pequeño territorio al este de la península balcánica. Esta persona está muy confundida, creemos. Nuestra sociedad se está dividiendo por los extremos, desde el odio más intenso a la devoción dolorosa, y la gente ya no confía en las instituciones (la policía, el sistema sanitario), por lo que prefieren creer en magos de poca monta y curanderos.

The Father es vuestra tercera película juntos. ¿Cómo han cambiado las cosas a la hora de compartir tareas de dirección? ¿Habéis hecho el papel de poli bueno/poli malo en el set?
P.V.: No tenemos una fórmula o receta concreta; simplemente seguimos nuestros impulsos creativos. A veces sí que interpretamos el poli bueno/poli malo. Usamos al otro como excusa… Por ejemplo, si uno de nosotros está teniendo una discusión agotadora con un miembro del reparto y nos preguntan por qué queremos esto o aquello, la respuesta sería, “porque el otro lo dice”. Otra cosa es que antes, solíamos decir, “corten” a la vez, pero ahora a menudo no decimos nada, lo que puede resultar una pesadilla para los actores.

Han pasado cinco años desde vuestro primer largometraje. ¿Veis alguna mejora en la industria del cine búlgaro?
K.G.: Gracias a los esfuerzos de un grupo de cineastas, hace unos años, el Centro Nacional de Cine Búlgaro presentó por fin una convocatoria para las producciones de bajo presupuesto. El objetivo era asignar cuantías más pequeñas a un mayor número de proyectos. Como era de esperar, esto dio un gran impulso a los cineastas búlgaros y permitió la creación de películas ganadoras de premios, como

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ficha de la película] de Stephan Komandarev. Nuestra segunda película, Un minuto de gloria, fue financiada también gracias a esta convocatoria. Actualmente, hay un debate continuo sobre los cambios de la Ley de Industria Cinematográfica, que, esperamos, sean para mejor.  

(Traducción del inglés)