12/11/2018 - Hemos entrevistado a la directora bielorrusa Darya Zhuk en el Festival de Cine de Cottbus, en donde su ópera prima Crystal Swan fue seleccionada para la competición internacional

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entrevista: Darya Zhuk
ficha de la película] es la primera película de la directora Darya Zhuk, presentada en el Festival de Cine de Cottbus de este año. A través de su heroína, la directora cuenta parte de la historia de su propia vida, que incluye dejar su país natal para estudiar en el extranjero. Aunque la película está ambientada a finales de los noventa, el deseo de independencia, el afán por conseguir tus sueños y la lucha contra las estrictas normas sociales que representa en Crystal Swan son atemporales y permiten a la mayoría de los espectadores identificarse con lo que ven en pantalla. 

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Cineuropa: Tu protagonista quiere dejar Minsk para formarse en el extranjero. Tú también abandonaste tu país natal por la misma razón. ¿Cuánto de autobiográfica tiene la película?
Darya Zhuk: Me identificaba con el sueño de mi protagonista de convertirse en una mujer exitosa, no casándome con un hombre poderoso, sino gracias a una carrera profesional que yo misma elegí.  Pensaba que tenía más posibilidades de triunfar si me marchaba a estudiar fuera. Al contrario que mi protagonista, que asume grandes riesgos y sueña con ser una DJ famosa, yo tenía un plan más práctico y durante un tiempo estudié Economía. Velya es más lanzada y más inocente que yo con aquella edad. Pero, en cierto modo, puede decirse que es mi alter ego porque cuando tenía su edad yo también estaba obsesionada con la música electrónica y durante un tiempo me gané la vida haciendo de DJ en discotecas. El novio drogadicto está inspirado en varias personas reales con las que salí por aquel entonces. La historia del contratiempo con el visado está basada en unos hechos reales que le ocurrieron a un amigo. 

¿Cuál es la opinión general en Bielorrusia hoy en día acerca de los jóvenes que desean irse del país para trabajar o formarse fuera? ¿Es más fácil irse ahora que en los noventa?
La idea de cambiar de país para conseguir una vida mejor aún existe, así que la película conecta con los jóvenes. Creo que ahora irse es más fácil que en los noventa, ya que tenemos mayor información y estamos interconectados por internet. En la actualidad, es más fácil que los bielorrusos consigan el visado europeo y que viajen pasando por Lituania. Es más fácil viajar y es más fácil volver. Hay una menor sensación de que es ahora o nunca; es más sencillo.

Una escena impresionante es aquella en la que Evelina huye de casa de su madre mientras escucha música, y detrás de ella hay una pared de grafiti. Recuerda a la primera escena de Jackie Brown de Tarantino. ¿Dónde te inspiraste para el diseño visual de la película?
La escena en la que huye viene de mi vieja obsesión por Denis Lavant corriendo en Mala sangre de Leos Carax mientras suena “Modern love” de David Bowie. También se le hizo referencia en Frances Ha de Noah Baumbach. Sin embargo, ambas escenas tienen mucho que ver con la alegría, y pensé que podía abordar el dolor también.

La escena final en el autobús sugiere un paralelismo con otra película. Me recuerda al final de El graduado con Dustin Hoffman. ¿Qué películas consideras importantes para tu educación artística?
Veo muchas películas y mis preferencias cambian con el tiempo. Para esta película, me fijé en las primeras películas de Kira Muratova y Jim Jarmusch. Volví a ver El conformista de Bertolucci e Ida [+lee también:
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entrevista: Pawel Pawlikowski
entrevista: Pawel Pawlikowski
ficha de la película] de Pawlikowski junto a mi director de fotografía. Me encanta la primera película de Susan Seidelman, Smithereens.

Abordas las diferencias entre la gente de ciudad y la gente de los pueblos. El chico joven quiere alejarse del anticuado estereotipo que cree que la gente de ciudad tiene sobre la que vive en los pueblos. ¿Cómo afectan esas diferencias a la sociedad bielorrusa actualmente? ¿Y por qué decidiste romper con esa imagen dejando que el chico haga lo que hace?
Crystal Town representa esa forma de vida anticuada y patriarcal en la que persiste el trauma histórico del pasado soviético. Stepan siempre duda de las ideas de la protagonista aunque le permita creer que está siendo convincente. Es una típica situación en la que la actitud individualista no está bien vista, en una sociedad acostumbrada a que todo el mundo en su conjunto conforme el status quo. El propio Stepan es víctima de acoso, por lo que para él menospreciar a la protagonista no es una elección, sino más bien una necesidad. Esta es una sociedad en la que las personas no pueden ganar por sí solas.

(Traducción del inglés por Marina García Gómez)