24/09/2018 - SAN SEBASTIÁN 2018: Hablamos con el cineasta francés Louis Garrel sobre su segundo largo, L'Homme Fidèle, que gira en torno a un individuo pasivo atrapado en un triángulo amoroso

(© San Sebastián International Film Festival)

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ficha de la película], se proyecta en competición en el Festival de San Sebastián, tras su estreno mundial en el reciente Festival de Toronto. Además de dirigir la película, el cineasta encarna a Abel, un hombre pasivo atrapado entre sus sentimientos por una mujer joven y otra mayor.

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Cineuropa: ¿Qué significó para ti escribir un guion con el legendario Jean-Claude Carrière?
Louis Garrel: Yo ya soñaba con trabajar con Jean-Claude Carrière cuando tenía 16 años. Soy muy fan de su trabajo. Luego, cuando nos conocimos, pensé que sería bueno escribir una película juntos y no tener que recurrir a un productor para hacerla. Y claro, como soy francés, quería hacer una película sobre hombres y mujeres. Me di cuenta de que Jean-Claude y yo formaríamos un buen equipo: él tiene una edad [87], y yo, otra [35], él tiene una visión dura y cruda, mientras que yo soy sentimental; a mí me encanta el melodrama, él lo odia.

Vuestro guion también reflexiona sobre este tema, pues es una comedia, un drama e incluso un thriller, según el momento.
Es cierto que esta película es difícil de clasificar, y que tiene elementos de comedia, drama y thriller. Yo no soy capaz de escribir un guion como este. Jean-Claude ha escrito alrededor de 200 guiones en su vida; conoce todas las situaciones estereotípicas, y se aseguró de que escribiéramos algo completamente nuevo. Además, tiene la capacidad de crear ambigüedad y no necesita responder todas las preguntas que plantea la película, mientras que si yo tuviera un guion y hubiera un tema sin resolver, intentaría resolverlo.

El film dura 75 minutos; ¿pretendías hacer algo corto?
En Francia, tengo amigos que son directores, y me sentí muy orgulloso de decirles que había hecho un largo en cuatro semanas, y por eso la película no podía ser muy larga. Me encantan las películas y novelas cortas, y prefiero algunas de las novelas breves de Chekov a sus largas obras de teatro. Creo que hay una reacción fisiológica que sucede cuando estamos viendo una película; después de unos 50 minutos, nuestra atención empieza a desviarse. Para mí, el aburrimiento en el cine es lo peor; y eso se evita con una película de 75 minutos. Pero en entrevistas recientes, he descubierto que Luis Buñuel rodó algunas de sus películas más famosas en 18 días, así que estoy un poco menos orgulloso de mi rapidez.

La primera escena entre tú y Laetitia Casta, en la que corta su relación contigo, es muy graciosa. ¿Cómo fue rodarla?
Lo pasamos bien rodando la primera escena. Sabía que mis silencios serían importantes. La secuencia dura tres minutos, y quería que fuera lo más graciosa posible. Rodar la escena con los silencios y el diálogo tomó unas cuatro horas, pero luego, en el montaje, trabajé más en esta que en cualquier otra secuencia de la película. Se la enseñaba a la gente para ver dónde y cuándo se reían. Creo que tardé unos diez días en conseguir el resultado que quería.

El resultado final se parece a una cinta de Woody Allen.
Me gusta mucho Woody Allen, especialmente la forma en que cambia su interpretación en una única película. Por ejemplo, piensa en Annie Hall, una de sus cintas más aclamadas: es tanto un payaso como una figura trágica. Puede cambiar su forma de actuar, y eso es muy difícil. Yo no soy tan buen actor como él.

(Traducción del inglés)