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ODESA 2018

Vitaly Mansky • Director de Putin’s Witnesses

"El Putin de 1999 no se puede comparar con el Putin de ahora"

por 

- Aprovechamos el Festival de Odesa para hablar con el cineasta ruso Vitaly Mansky sobre su última y galardonada cinta, Putin's Witnesses

Vitaly Mansky  • Director de Putin’s Witnesses

En el Festival Internacional de Cine de Odesa 2018, Cineuropa habló con el cineasta ruso Vitaly Mansky sobre su film Putin's Witnesses [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Vitaly Mansky
ficha de la película
]
, que ha sido galardonado.

Cineuropa: ¿Cómo conseguiste tanta proximidad con Yeltsin y Putin?
Vitaly Mansky: En 1999, estaba al frente del departamento de documentales en la cadena nacional. Como era funcionario, tenía que luchar por las películas que quería rodar. Una de ellas iba sobre Gorbachev. En aquella época, Gorbachev había sido excluido de la vida pública durante nueve años, así que era imposible hablar de él en la tele. Mis jefes me dijeron que teníamos que hacer otra película, dedicada a Yeltsin. Así que esta idea de la película sobre Yeltsin era una especie de condición para poder hacer una sobre Gorbachev. Así es cómo empezamos a rodarla, y cómo accedí a las más altas esferas del gobierno ruso. 

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Y entonces, en ese cómodo equilibrio que conseguimos entre Yeltsin y Gorbachev, apareció Putin y fue nombrado presidente en funciones por Yeltsin. Decidí inmediatamente, por iniciativa propia —las oficinas en Rusia cierran en diciembre y enero, no hay nadie trabajando—, hacer una película que revelara el trasfondo de este hombre.

A principios de enero, empecé a reunir imágenes con personas que conocían a Putin del colegio, de jugar deportes... También recibí vídeos en los que salía con su profesora, y fue muy auténtico y muy interesante; así que decidí dar estas imágenes a Putin, como gesto humano, sin segundas intenciones. Entonces, de forma inesperada, me invitó a su despacho y me hizo preguntas sobre sus amigos o las personas que habíamos grabado en el pasado, y me ofrecí a buscar a su profesora del colegio y grabar más cosas con ella. Así es como surgió esta película.

¿Cuándo decidiste usar ese material para hacer este film?
Hasta 2012, no pensé en este metraje en ningún momento. Pero entonces, cuando Putin volvió a la presidencia, entendimos que no iba a irse a ninguna parte y que nos habían mentido y engañado. En 2014, cuando comenzó la guerra en Ucrania, sabía que tenía que hacer esta película, solo había que esperar a tener tiempo.

¿Cuál era la impresión que causaba Putin cuando aparecía en sociedad? En la película, parece que había una reacción inmediata de miedo e intimidación ante este hombre.
Tienes que entender el marco histórico, que es más importante que la actitud hacia Putin. En 1999, el país ya había tenido durante cuatro años un presidente enfermo, ineficaz y que estaba rodeado por personas que eran una especie de eminencia gris, con poder que no era legal. El país esperaba, de forma subconsciente, a una persona nueva, joven.

Luego, había una atmósfera de miedo y peligro de guerra, y en esta situación, el país también esperaba un líder fuerte, un protector. Los estrategas políticos buscaban una persona de ese tipo, y resultó ser Putin. Así que el miedo era parte de esa expectativa, de lo que la sociedad estaba esperando.

En el film, sugieres que los bombardeos de edificios residenciales que sucedieron en esa época eran parte de la campaña electoral de Putin.
No hablo como experto; yo solo te cuento la impresión que me dio. En ese momento, con la guerra [en Chechenia] y la destrucción de esos edificios, me dio la sensación de que esa campaña había sido diseñada por asesores políticos, y que el éxito del presidente electo se debía al clima de miedo. Y el discurso político se creó artificialmente, para crear más y más miedo. 

¿Cómo ves al Putin de esos tiempos en comparación con la persona que es ahora? ¿Cómo se refleja esto en la perspectiva del film?
El poder cambia a cualquiera que acceda a él, y particularmente, el poder ruso no da elección a nadie. Les destruye por completo. Así que el Putin que yo conocí y la persona que vemos ahora son absolutamente incomparables.

Siempre digo que los documentales son espejos en los que vemos nuestro propio reflejo. Y en este caso, diría que es el retrovisor de un coche que se mueve hacia delante, pero que nos ayuda a mirar atrás; así lo ha descrito un crítico. Él comprendió realmente la intención de este film y lo que me motivó a hacerlo.

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(Traducción del inglés)

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