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Hanna Slak • Directora

“Necesitamos este tipo de héroes que luchan por valores humanistas”

por 

- Encuentro con la cineasta eslovena Hanna Slak en el Arras Film Festival para hablar de su película The Miner y su nuevo proyecto, Burned

Hanna Slak • Directora
(© Aris Ramos)

La eslovena Hanna Slak, que compite en la 18ª edición del Arras Film Festival  con The Miner [+lee también:
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ficha de la película
]
, ha presentado su nuevo proyecto, Burned, a la bolsa de ayuda al desarrollo de Arras Days.  

Cineuropa: ¿Cómo descubriste el suceso que inspiró The Miner?
Hanna Slak: En 2009, cuando vivía en Nueva York, me enteré por la prensa de que un minero había encontrado una fosa común de la Segunda Guerra Mundial. Me impactó mucho la fotografía de los huesos apilados y no me interesó saber más del tema. Pero un año más tarde, me topé con un reportaje escrito por un excelente periodista de guerra esloveno sobre el 15º aniversario del genocidio de Srebrenica. Cada año se celebra un acto de conmemoración donde se entierra a las víctimas que han sido identificadas recientemente. Allí, el periodista se encontró con el minero, que iba a enterrar a su hermano, y escribió un artículo sobre él, sobre su particular destino. Me impactó que la vida de este minero estuviese marcada por tres de los acontecimientos más perturbadores de la historia reciente: el genocidio de Srebrenica, es decir, una “limpieza” de las personas que no tuvieron nacionalidad durante las décadas posteriores al estallido de Yugoslavia, personas a quienes no se concedía la nacionalidad eslovena pero que tampoco podían refugiarse en las antiguas repúblicas de donde procedían. Finalmente, el minero fue enviado a esta mina para descubrir el capítulo más oscuro de Eslovenia. Lo que me emocionó fue que el minero tenía una fe profunda en la humanidad. Era una especie de humanista que no se comprometía con la responsabilidad. Sentí la necesidad de hacer una película sobre su vida porque necesitamos este tipo de héroes, que luchan por los valores humanistas en una sociedad posmoderna cínica cuyos modelos son el capitalismo y las estrellas de Hollywood. En resumen, me encontré con su historia y me di cuenta de que no fue considerado un héroe. Él y su familia fueron condenados al más absoluto aislamiento. Además, sufrió estrés postraumático y toda la familia fue hostigada por la gente en la calle y los hijos en el colegio. Mi primera misión era que recuperase su dignidad. Empecé a escribir el guión mientras hacía investigaciones y ayudaba a Mehmedalija a escribir su autobiografía y a encontrar un editor. Para sorpresa de todos, el libro resultó ser un éxito y reforzó mi motivación de hacer la película. He transformado la historia en ficción y he hecho los cambios necesarios en la dramaturgia de la película.  

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¿Cuáles fueron tus sugerencias para la puesta en escena?
Pensé que el estilo del director de fotografía, Matthias Pilz, con una cámara que no busca ser espectacular sino estar cerca de los personajes, ser cálida y física, encajaría bien en el universo de la mina. El problema de un rodaje ambientado en una mina es caer en el esteticismo. En cambio, yo quería estar muy cerca del minero y transmitir su soledad pero también la fuerza física de sus intenciones. La película parece tener un lenguaje visual muy simple y natural pero es sólo una impresión, ya que rodar en una mina está lejos de ser natural en términos de iluminación. También quiero destacar el gran trabajo del diseñador de producción, que reconstruyó una mina tan realista que ha convencido a mineros de profesión.

¿Qué narra tu nuevo proyecto, Burned, que has lanzado en Arras Days?
Es un proyecto que yo había empezado a desarrollar antes de The Miner, así que lo he retomado con nuevas ideas. El tema principal es cómo el miedo y la sospecha pueden llevar a las relaciones más íntimas y, por lo tanto a la sociedad, al borde de la destrucción. Es la historia de una madre y su hijo pero también la de dos extranjeros que llegan a una isla, a un mundo diferente. Son una especie de refugiados de la ciudad que llegan a una pequeña comunidad y traen consigo sus problemas.

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(Traducción del francés por Carolina Benítez)

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