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Jonas Matzow Gulbrandsen • Director

“La música es el hilo conductor de la película”

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- TORONTO 2017: Valley of Shadows, primer largometraje del director noruego Jonas Matzow Gulbrandsen, se proyecta en el Festival de Toronto en estreno mundial

Jonas Matzow Gulbrandsen • Director

Este año, la sección Discovery del Festival de Toronto acoge Valley of Shadows [+lee también:
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, primer largometraje del director noruego Jonas Matzow Guldbrandsen, premiado por cortometrajes como Everything Will Be OK. La cinta ha sido producida por la sociedad Film Farms. Un debut prometedor para una película de autor que suscita mucho interés y curiosidad.  

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Cineuropa: Recientemente has comentado que tu película es Pedro y el lobo en versión pesadilla.
Jonas Matzow Gulbrandsen: es verdad que me interesan las fábulas, las alegorías, la mitología y los relatos iniciáticos, esas historias que a veces creemos locales pero que en realidad son universales, con una atmósfera agradable y, a veces, también con una moraleja. Un ejemplo sería Draumkvedet (The Dream Poem), una balada noruega de la Edad Media. Cuando era pequeño, leía mucho. Además de los cuentos tradicionales, como es natural, me gustaba mucho la literatura juvenil sueca. Era un niño reflexivo, ávido de conocimiento. Leer a Bruno Bettelheim también me aportó mucho para crecer.  

Parece que hay elementos góticos en Valley of Shadows, ¿te has inspirado en el Frankenstein de Mary Shelley?
Sí, pero también en otras obras. De hecho, más que en la literatura me he inspirado en las artes plásticas, sobre todo en la pintura. Mi imaginario gótico está compuesto por Albrecht Dürer, Gustave Doré y Lars Hertervig, ese pintor noruego cuyos paisajes de árboles desolados atraen la mirada de forma inevitable.

¿Quiénes son tus actores?
Adam Ekeli, que interpreta al personaje principal, fue seleccionado entre los 30 primeros chicos que se presentaron al casting. Este niño, que tenía seis años cuando empezó el rodaje, tiene una presencia increíble. Es el alma de un adulto en el cuerpo de un niño. Nos sorprendió por su naturalidad pero también por su seriedad y madurez. Kathrine Fagerland interpreta a Astrid, la madre de este niño solitario que se hace muchas preguntas. La hemos visto en varias películas sobre el detective Varg Veum, personaje creado por el escritor Gunnar Staalesen.

También has recurrido a un joven cantante, actor y compositor noruego…
Sí, a John Olav Nilsen. Lo elegí por su rostro característico, su expresividad, su presencia. A decir verdad, en la película encarna más un enigma que un personaje.

El director de fotografía es…
Mi hermano mayor, Marius Matzow Gulbrandsen. Nos entendemos muy bien, de forma intuitiva. Él es conocido por su trabajo con Hisham Zaman, el director de Before Snowfall [+lee también:
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y Letter to the King [+lee también:
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. Marius y yo trabajamos juntos en todas las etapas del proceso creativo. Ambos hemos frecuentado, con algunos años de diferencia, la misma institución, la Escuela Nacional de Cine de Łódź, en Polonia, una de las más importantes de Europa. Nuestra colaboración es estrecha, como la de Ingmar Bergman y Sven Nykvist; pero también sabemos permanecer en nuestros respectivos dominios cuando es necesario. Normalmente, soy yo quien empieza la escritura y, después, interviene Marius, seguido esta vez por Clément Tuffreau, que se ha encargado del guión.

¿Ha sido fácil encontrar las localizaciones para el rodaje?
Marius y yo hemos pasado varios meses recorriendo en coche el sur y suroeste de Noruega. Finalmente, nos hemos decantado por los alrededores de Kriastiansand, junto a Kvinesdal y sobre Figgjo, en el condado de Rogaland. Hemos rodado en 35 mm. En efecto, el digital, el uso de lo electrónico, tiene sus ventajas. Por ejemplo, se depende menos de la meteorología. Pero, si dejamos a un lado dificultades eventuales, grabar en analógico es más natural y ofrece una textura incomparable.

¿Los diálogos?
Se habla poco en mi película, al contrario que en algunas películas francesas que me parecen demasiado parlanchinas. Me gusta el cine mudo, en especial las del director sueco Victor Sjöström por el poder evocador de sus imágenes. También me gustan, entre otros, Carl T. Dreyer, Bergman, Mizoguchi y su universo de fantasmas…

¿Hay lugar para la música en tu película?
¡Claro que sí! Como tiene poco diálogo, hay lugar de sobra para la música. Yo quería que fuese grande, bonita, nada sentimental. De ella se encarga Zbigniew Preisner, el compositor de las películas de Krzysztof Kieślowski. Tambien ha contribuido la Orquesta Sinfónica de Varsovia. La música es el hilo conductor de la película. Es la expresión de la vida interior de Aslak y, al mismo tiempo, el reflejo de mi estilo, en concreto de mi lenguaje cinematográfico.

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(Traducción del francés por Carolina Benítez)

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