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Jacques Toulemonde • Director

"Estoy orgulloso de algunas escenas que tienen una intensidad que no suelo encontrar en el cine"

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- En el Black Nights Film Festival, el director Jacques Toulemonde habló a los medios sobre cómo se hizo su ópera prima, Anna

Jacques Toulemonde  • Director
(© Canal Cinema+)

Nacido en una familia franco-colombiana en Bogotá, Jacques Toulemonde ha vivido en Francia desde 2001. Tras trabajar como director adjunto en varios largometrajes, en 2010 cosechó el reconocimiento del circuito de festivales con su corto Un juego de niños, ganando más de diez premios internacionales y llevando su film a más de 30 muestras.

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, se ha rodado en París y Colombia. Tuvo su estreno en el 19º Black Nights Film Festival, donde competía en la sección de óperas primas. El director estuvo presente tras la primera proyección de la cinta para responder a las preguntas de los medios.

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¿Qué te inspiró para hacer esta película?
Jacques Toulemonde: Creo que hacer una película como esta es un sueño que he tenido durante 10 años, y quería hacerla con mis amigos —mi padre, por ejemplo, aparece en la película—. Lo mejor fue que pude traer a gente de Colombia a París y viceversa, me ha gustado tener a esta especie de tribu viajando de un sitio a otro.

El film ha sido rodado de manera cronológica. ¿De qué modo contribuye esto al resultado final?
Esta cinta trata sobre la energía, y el equipo tenía que estar tan involucrado como los personajes; por eso era importante filmar cronológicamente, yendo por cada uno de los momentos y lugares por los que pasan los personajes. Eso fue divertido, comenzamos en París, donde hacía frío, y luego fuimos a Colombia, donde hacía 48 grados. Todo eso aporta a la película, se puede sentir cuando la ves.

El personaje de Nathan, interpretado por Kolia Abiteboul Dossetto, es muy importante. ¿Cómo fue el casting de este papel?
Vimos alrededor de 200 niños. Yo estaba en Colombia en ese momento, así que se encargó de ello un director de casting. Cuando lo vi en vídeo, supe que era perfecto para el papel. Es un niño, así que no suele ser fácil, pero él puso todo su empeño en hacerlo bien. Hay algunas escenas que le costaron un poco, y fue difícil dirigirle, incluso le tuve que presionar un poco. Cuando estábamos en medio del proceso, era muy difícil, pero luego le dije, "Siento haber tenido que presionarte," y él respondió, "No te preocupes, para eso estoy aquí." Lo bueno de él es que cuando interpreta, es muy genuino.

Has mencionado la new wave del cine norteamericano de los 70 como influencia de tu obra. ¿Cómo crees que se refleja esto en Anna?
Creo que está filmada de una manera muy clásica; una gran referencia, por ejemplo, ha sido Una mujer bajo la influencia, de John Cassavetes. Esto se ve sobre todo en el personaje de Bruno, es el tipo de personaje que va creciendo a lo largo del film. Al principio, no quieres explicar demasiado. Durante el rodaje, vi la cinta de Jerry Schatzberg Pánico en Needle Park, y en ese momento reescribí todas las escenas. Intento trabajar con las emociones, que ya están presentes en el tipo de cine que me gustaría hacer. También está presente en los personajes, seres marginados que sufren y luchan contra la normalidad.

Dadas las situaciones difíciles en las que te has encontrado durante el rodaje de Anna, ¿crees que es importante que te saquen de tu zona de confort?
Para mí, como director, por supuesto. Cuando comenzamos a rodar, no me daba cuenta de lo difícil que iba a ser. Me gusta pensar que mi zona de confort es dirigir a los actores, pero esto tenía otro nivel de exigencia en este caso, debido al complicado personaje de Anna, al niño y al viaje en sí. Yo quería trabajar usando más la improvisación, jugando con lo accidental para ver si nos llevaba en otras direcciones. Me dije a mí mismo que era como en Espantapájaros, de Schatzberg: tienes al tipo triste que intenta que todo sea divertido, y al otro tipo que es más violento y que quiere salirse con la suya. Esa era la relación que estaba buscando. Y trabajar con la improvisación no te permite tener una zona de confort, sobre todo si hay un niño. Intentas algo, un día funciona y piensas, "¡Vale, ya he dado con la clave!". Luego lo vuelves a intentar otro día y no funciona, así que estás todo el rato buscando nuevas maneras de hacerlo. Estoy muy orgulloso de algunas escenas en las que veo una intensidad que no suelo encontrar en el cine, y es porque todos intentábamos ir más allá de los límites.

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(Traducción del inglés)

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