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Mathieu Amalric • Director/actor

"Quería que mi madre en el cine fuese Monica Vitti"

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- Cineuropa ha hablado con el cineasta francés Mathieu Amalric en Roma durante el Encuentro con el nuevo cine francés en Italia, donde ha relatado detalles sobre su filmografía

Mathieu Amalric  • Director/actor

Mathieu Amalric ha participado en el Rendez-vous – Encuentro con el nuevo cine francés en Italia (leer más) en calidad de director, la verdadera vocación de este artista que en muchas ocasiones ha afirmado ser “actor por casualidad”. Amalric ha presentado cuatro de sus obras, seleccionadas por el mismo: su debut Mange ta soupe, Wimbledon Stage, Tournée [+lee también:
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entrevista: Mathieu Amalric
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(premio a la mejor dirección en Cannes) y su última película hasta la fecha, La chambre bleue [+lee también:
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, basada en una novela de Georges Simenon. Cineuropa se ha citado con él para hablar sobre su mirada como director.

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Cineuropa: Hace tiempo, afirmaste en una entrevista que una película no tenía que poseer una función social y que un artista debe rodar por el placer de hacerlo. ¿Sigue pensando igual?
Mathieu Amalric: ¿Dije eso exactamente? La verdad es que intento que no sea demasiado evidente. Tournée, a fin de cuenta, tiene una función social, mucha gente me lo ha dicho tras haberla visto. El hecho de que estas mujeres de 45 años, no perfectas, a las que Photoshop les da igual, tiene algo de de político. Creo que el mensaje es más eficaz si es implícito, más que si está en una película sobre la eutanasia o sobre Palestina. Me sentiría prisionero y creo que tiene que ver más con la ideología que con el cine. La ficción es un buen filtro por esto mismo. También La chambre bleue hay algo sobre lo que hemos reflexionado. El motivo de la apatía del protagonista:  un hombre que dedica todas sus energías a alcanzar el éxito y luego se siente inestable. Tiene que replantearse todo por lo que ocurre en aquella habitación, que al final es lo más bonito: el milagro de dos cuerpos que se atraen.

¿Por qué Simenon y por qué La chambre bleue para tu quinto largometraje?
Un productor, Paulo Branco, me ha empujado a hacerlo. Llevaba tres años sumergido en Stendhal, en el proyecto de adaptación de Rojo y negro. Me dijo: “Deja de escribir y haz una película, hazla rápido, en tres semanas”. He empezado a buscar entre las novelas breves [risas]. En realidad conocía bien este libro azul, lo utilicé para la escena final de Tournée, existe la misma sensación. Tiene el tiempo del recuerdo y el tiempo de la investigación. Pensé que el cine podía exaltar esta dualidad. Es una historia universal y atemporal. El trabajo más grande de actualización [el libro es de 1964, ndt] se ha hecho sobre la veracidad de la investigación. En cualquier caso Rojo y negro no se rodará jamás, pero siempre está presente. La escena del juicio de La chambre bleue retoma esa sensación de alienación que siente Julien Sorel en su juicio. Me gusta la idea de que lo que he estudiado de Stendhal llegue a otras películas.

Probablemente te veremos en Cannes con la nueva película de Arnaud Desplechin, Trois souvenirs de ma jeunesse (estreno en Francia el 20 de mayo), precuela de Comment je me suis disputé... (ma vie sexuelle), donde vuelve, con algunos años más, al primer papel con el que consiguió un César y la fama. 
Aún no sabemos nada de Cannes, pero he visto la película en la mezcla y es sublime. Relata el encuentro entre Paul Dédalus, protagonista de Comment… (aunque la película se puede ver por sí sola, no es como La guerra de las galaxias, para entendernos), y su primer amor, Esther, y luego lo vemos con mi edad. Mi relación con Arnaud es muy cercana. Trabajamos juntos desde hace veinte años, es un director cada vez mejor, va al grano. En 1994 necesitaba hacer hasta veinte tomas de una escena, ahora es mucho más veloz, una o dos, es una cabalgada de emociones.

En tu ópera prima, de carácter autobiográfico, Mange ta soupe, tu madre es italiana, la excepcional Adriana Asti. ¿Por qué la elegiste?
Me parecía muy divertido tener una madre muy exagerada. Quería hacer una comedia. Mandé una carta a Monica Vitti (La aventura de Antonioni es la primera película que vi en la Cinémathèque), quería que ella fuese mi madre. Luego vi a Adriana Asti en una película de Bertolucci, Antes de la revolución, nos conocimos y me pareció una mujer con un sentido del humor y un instinto extraordinarios.

¿Cuáles son tu próximos proyectos, aparte de Stendhal?
Me atrae mucho la escritura de Jean Echenoz, sobre todo “Nosotros tres”. Pero por ahora no tengo nuevos proyectos, estoy en una época de decantación. Me encantan los encargos. He hecho una película para la televisión que me ha gustado mucho, la adaptación de La ilusión cómica, de Corneille, para la Comédie Française. Estos encargos para la televisión francesa son formidables. Valeria Bruni Tedeschi ha hecho Las tres hermanas de Chejov, Desplechin El bosque de Ostrovski… Ahora estoy con una para la Ópera de París, que tiene un nuevo director y ha dado carta blanca de directores, escritores, artistas, etc. para que hagan algo para la plataforma online. El proyecto se llama “Troisième scène”. Por ahora me dedicaré a ello.

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(Traducción del italiano)

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