02/04/2015 - Encuentro con Kaia Høidalen, coordinadora del Festival Eurodok, que tuvo lugar en Oslo recientemente

© Ida Meyn, Norsk Filminstitutt

El Festival Eurodok tuvo lugar hace algunos días en Oslo (ver noticia) en Filmens hus, en la Casa del Cine, que, además de las oficinas del Instituto de Cine Noruego, alberga dos salas de proyección para las sesiones de la Cinemateca, un museo, un local para exposiciones… y un café con mucha clientela, y muy especialmente en los últimos tiempos, puesto que este festival de documentales ha atraído un importante flujo de espectadores, para gran alegría de su coordinadora, Kaia Høidalen.

Cineuropa : ¿Desde cuándo existe Eurodok?
Kaia Høidalen : Desde 2002. Jan Langlo, el actual director de la Cinemateca, es uno de sus creadores, y la Cinemateca esta todavía al cargo de este festival que este año decidió poner en el foco de atención a Austria con la proyección de películas como In The Basement [+lee también:
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ficha de la película] de Ulrich Seidl, director que, por otro lado, ofreció una masterclass justo antes de la apertura oficial del festival. Sólo llevo trabajando en Eurodok desde 2011, pero fue en 2007 cuando se acordó por primera vez proponer un programa de documentales noruegos, llegando a 14 los presentados este año.

¿Quién figura en el palmarés de 2015?
La película de Hannah Polak Something Better to Come [+lee también:
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ficha de la película], un documental polaco-danés, obtuvo el Premio Eurodok concedido por un jurado integrado por tres personas. En cuanto al film de Wim Wenders La sal de la Tierra [+lee también:
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ficha de la película], que homenajea al fotógrafo Sebastião Salgado, recibió el Premio del público, al igual que una mención especial del jurado. Hay que precisar que al Premio Eurodok solamente podían optar las diez películas que integraban la categoría europea, mientras que para el Premio del público competían absolutamente todas. Este último premio nació hace dos años y permite a los espectadores familiarizarse con las prácticas festivaleras. Es increíble que los espectadores a los que se pide que voten a través de cuestionarios para la atribución del premio se muestren reticentes a dar su opinión. Da la impresión de que sienten un respeto tal por las películas y sus autores que temen no estar a la altura de las circunstancias. Me emociona ver que en una capital como Oslo, en la que no faltan actividades culturales, la gente esté dispuesta a venir a altas horas de la noche para ver documentales. Juzgando la calidad de los debates que han seguido a las proyecciones, los cuales he podido seguir gracias a mi labor añadida en calidad de presentadora, es evidente que hay una expectativa, un deseo. Las proyecciones especiales organizadas para las escuelas, acompañadas de discusiones con los autores y combinadas con material pedagógico, y que además tuvieron el apoyo este año de dos películas del festival, I am Kuba de Åse Svenheim Drivenes y Supernerd de Hildegunn Wærness, dan fe de ello. Para los alumnos, acostumbrados a series americanas, a la ficción, a lo virtual, Eurodok representa una posibilidad para abrirse al mundo y descubrir de temas de actualidad, etc.

¿Podrías precisar tu rol como coordinadora?
Me considero a mí misma como una anfitriona que mima al público y a los artistas. Intento ayudarles a presentar mejor sus películas, a que no les pueda el pánico escénico cuando están sobre un escenario y ante el público. Tienen que sentirse como en casa. Además, creo que es importante que los nuevos talentos sigan sintiéndose alentados y con ánimo para el futuro. Hemos intentado ayudar a los directores en labor de búsqueda de plenitud y de profundización de talento a través de reuniones informales con consejeros de producción y editores de film commissions.

¿Qué hay que hacer para participar en Eurodok?
A lo largo de los años, Eurodok ha conseguido ganarse el aprecio y el prestigio con el que cuenta a día de hoy, lo que explica que tantos documentalistas, provenientes de Noruega o de otros países, soliciten la inscripción en el festival. Pero desgraciadamente, nuestros medios técnicos y financieros no nos permiten hacer frente a la demanda. Nuestras elecciones y nuestra selección son el resultado de los festivales que visitamos, de diferentes encuentros, o incluso de contactos que tenemos en el extranjero. Algunas tareas referentes al festival se las confiamos a voluntarios. 

¿Ha evolucionado Eurodok a lo largo de los años?
He podido constatar un cierto aligeramiento en la preparación. Hasta ahora, nuestro equipo, muy reducido, consacraba mucho tiempo a reuniones y formalidades varias. Seguimos trabajando dentro del respeto al público y a los directores, pero ahora hay menos burocracia. Confiamos los unos en los otros a la hora de elegir películas de calidad, tenemos una mayor predisposición a repartirnos las tareas, y de esta forma todo funciona mejor. Yo organizo principalmente la selección de películas noruegas y el comité de programación consiste en un total de seis personas. Aquí en el Instituto de Cine, Eurodok es un proyecto común que entre todos llevamos a buen término como añadido a nuestras funciones habituales. Supone una enorme cantidad de trabajo para todos nosotros, pero merece la pena. Eurodok nos permite trabajar de manera más creativa, más inventiva, más ligera, con colegas que pertenecen a diferentes áreas de nuestra institución. Es muy enriquecedor. 

(Traducción del inglés)