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Ágnes Kocsis • Directora

“Querría que mis historias se quedasen dentro del espectador”

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- Cineuropa ha hablado con la joven directora húngara Ágnes Kocsis sobre su cine contemplativo en el Bergamo Film Meeting

Ágnes Kocsis  • Directora

Uno de los nuevos proyectos de Ágnes Kocsis gira en torno a la estrella de pop húngara Pál Szécsi, célebre en los años 60 y 70. La joven directora de Budapest, presente en el Bergamo Film Meeting, ha dirigido dos largometrajes tras hacerse con el premio de la sección Cinéfondation de Cannes con el corto A Vírus, en 2006. Este mismo año presentó su primer largometraje, Fresh Air [+lee también:
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, en la Semana de la Crítica, a la cual siguieron más de 80 certámenes de todo el mundo, donde ganó 14 premios y fue finalista del premio Discovery de la Academia de Cine Europeo (EFA). En 2010, su segunda obra, Pál Adrienn [+lee también:
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, recogió el premio FIPRESCI de Cannes como parte de la sección Un Certain Regard. Un año después, Kocsis ha recibido el premio Béla Balázs por su aportación al cine de su país.

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Cineuropa: ¿Puedes definir tu cine, el universo en que te mueves?
Ágnes Kocsis: Desde luego hay temas que me interesan más que otros. El ser humano, a pesar de que vive en una comunidad, se siente solo, un elemento común a todas mis películas. Para mí, el arte, y por tanto también el cine, es una especie de comunicación con el espectador. Yo reflexiono  sobre un tema y querría que el espectador lo hiciese también, no a través de una respuesta o una solución. Por esta razón, me gusta observar una situación, un objeto, buscar los vínculos, dejar el tiempo necesario para reflexionar. No necesito atraer la atención de manera continua. Me gusta que la gente se pierda pensando mientras ve una película mía. Es importante que mi película siga dentro de cada espectador al terminar la proyección, que se convierta en un recuerdo que hace pensar durante mucho tiempo. Es posible entender una historia en poco tiempo. En 30 segundo se pueden contar historias complejas, pero para entender realmente la esencia, para poder sentir lo mismo que los personajes, para profundizar, hace falta más tiempo. Siempre intento mostrar esta esencia a través de los elementos visuales, creando un mundo que represente sobre todo el mundo interior de la protagonista. 

¿Hay un punto de vista cinematográfico exclusivo de las mujeres?
Algo hay, pero no se puede generalizar. No podemos decir que las películas hechas por mujeres sean distintas, pero a veces se ve una mirada distinta. Creo que hay más diferencia entre un sueco y un italiano que entre un hombre y una mujer. Debería ser más interesante cómo ve el mundo un ser humano y en este sentido todos vemos las cosas de manera distinta. A veces me preguntan por qué hago películas con protagonistas femeninas y yo les respondo si preguntan a los directores hombres por qué eligen protagonistas masculinos. Claro, es natural. Me he dado cuenta de que si el protagonista es un hombre, la historia puede ser universal, mientras que si es una mujer se convierte en una película sobre mujeres.

¿Formar parte de la selección de Cannes ayuda a la distribución de una película?
Tuvimos mala suerte con Fresh Air porque la agencia de ventas internacionales quebró y no pudimos volver a tener los derechos durante años. En cualquier caso, una película en húngaro o que procede de países pequeños es difícil de vender.

¿Cuáles son tus nuevos proyectos?
En este momento estoy escribiendo dos largometrajes. Para la próxima película, titulada Eden, llevamos un tiempo buscando a los protagonistas y estamos terminando el guión. Además, acabamos de terminar un guión sobre una estrella de pop de finales de los años 60 e inicios de los 70, Pál  Szécsi, que por cierto cantaba algunas canciones italianas. Szécsi, una de las mayores estrellas de la época, creció huérfano, medio gitano, medio judío, y se suicidó tras varios tentativos con tan sólo treinta años.

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(Traducción del italiano)

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