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Guillaume Brac • Director

La atracción de los contrastes

por 

- Sencillez y emociones extraordinarias, mezcla de géneros, silencios, justicia y verdad: el prometedor cineasta francés da las claves de Tonnerre.

Guillaume Brac • Director

Nos reunimos en París con el prometedor cineasta francés Guillame Brac, que ya dio que hablar en 2011 con el multipremiado mediometraje Un mundo sin mujeres y que ahora demuestra haber superado la prueba del salto al largometraje con Tonnerre [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Guillaume Brac
ficha de la película
]
, presentada en competición oficial en Locarno en 2013 y distribuida en Francia por Wild Bunch (encargada asimismo de sus ventas internacionales).

Cineuropa: ¿Cuál fue el punto de partida de Tonnerre?
Guillaume Brac: Llevaba tiempo dándole vueltas a una historia sobre la traición amorosa, la obsesión amorosa, el encuentro amoroso que sale mal, y hacía varios años que quería hacer una película en Tonnerre, una ciudad que conozco muy bien. Ambos deseos se fusionaron: la atmósfera y el nombre de la ciudad [ndt: tonnerre significa trueno en francés] encajaban a la perfección con el flechazo y la locura que quería relatar. El tercer motor era volver a escribir un papel para Vincent Macaigne.

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¿De qué manera trabajó en el guion?
Al principio de la escritura, mi coguionista, Hélène Ruault, y yo nos dimos cuenta de que la película ganaría mucha fuerza si a la pasión amorosa se injertase una relación entre padre e hijo. Esto dio cierta universalidad y amplitud a la historia; de otro modo, habría quedado tal vez demasiado encerrada alrededor de sí misma. El proceso de escritura fue rápido: duró seis meses y teníamos ganas de rodar pronto. La mayoría de sutilezas se introdujeron en fase de montaje.

¿Por qué razón mezcla géneros en su película?
Me siento atraído por naturaleza por los efectos de contraste entre lo ligero y lo grave. Quería presentar la euforia y la despreocupación de los primeros pasos en esta historia amorosa a la vez que el enorme sufrimiento, el sentimiento de abandono y sus consecuencias en el protagonista y, de rebote, en el resto de personajes. Este cambio de tono, de género, no es algo que calculásemos, sino que fue algo bastante intuitivo y espontáneo. Si hay algo que caracteriza mi cine, es tal vez que parte de algo muy ordinario y cercano tanto para mí como para el pública para luego ir hacia sentimientos un poco más extraordinarios, sin dejar de buscar cierta forma de justicia y de verdad.

¿Por qué se decantó para los personajes principales por un rockero, una periodista y un futbolista en un entorno de lo más provincial?
En lo que concierne al rockero, lo interesante era el contraste y lo incongruente que podía suponer su presencia en la ciudad. Lo mismo vale para quien se acerque a este tipo de personaje, lo que podría explicar también por qué esta joven se interesa por él. Parece carecer de confianza en sí misma y, como por azar, se siente atraída por "figuras públicas": un futbolista y un músico. Los personajes están un poco señalados socialmente pero lo olvidamos pronto. Los saco en pantalla en momentos de pausa o paréntesis, fuera del universo profesional. Están abiertos a lo que pueda sucederles en el ámbito sentimental. Así, las emociones los embargan rápida y poderosamente: son gente más o menos alejada de los estándares habituales, un tanto desarraigadas.

¿Cómo lleva el tema de la financiación y la producción?
Antes producía mis propias películas y me costó un poco dejarlo. Luego conocí a Alice Girard y la filosofía de producción de Rectangle, que me iba muy bien porque dejan mucha libertad al director y se adaptan a las dimensiones del proyecto. No tengo ninguna presión a la hora de hacer el casting y pude trabajar con mis técnicos. De lo que sí me di cuenta es de que, al pasar al largometraje, todo sale más caro y una película que creí que se podía hacer con muy poco dinero ha terminado costando 1,3 millones de euros, que ya de por sí no es un presupuesto enorme. En cualquier caso, de momento, no me lamento demasiado de mi independencia.

¿En qué fase se encuentra su próximo proyecto?
Estoy empezando a escribirlo, pero ni en el mejor de los casos podremos rodar antes de 2015. 

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