Fernando Franco • Director
“Si algo no funciona en La herida, es culpa mía”
por Alfonso Rivera
- El montador sevillano debuta en la dirección con un largometraje valiente, duro y naturalista, Premio Especial de Jurado en San Sebastián
A sus 37 años, este cineasta se ha curtido rodando cortometrajes y trabajando con directores tan reputados como Montxo Armendáriz y Pablo Berger, para quienes montó No tengas miedo [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Montxo Armendáriz
ficha de la película] y Blancanieves [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Pablo Berger
ficha de la película], respectivamente. Que Donosti seleccionase y premiase su debut La herida [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Fernando Franco
ficha de la película] –film apoyado por el programa MEDIA, ICAA y el Gobierno Vasco- cimienta su prometedora carrera en el cine español. Su coguionista en esta aventura ha sido Enric Rufas, habitual colaborador de Jaime Rosales.
Cineuropa: ¿Cómo se levanta un proyecto así de arriesgado?
Fernando Franco: Me estimula el riesgo, de ahí nace hacer la película. Como requiere de un equipo de más de veinte profesionales de primera fila, necesitas del apoyo institucional. Como la ley de cine en España no favorece la inversión privada, en términos de desgravación fiscal suficiente para que a alguien le merezca la pena invertir en un proyecto, al final sólo te quedan las ayudas.
Además, abordas un tema incómodo en tiempos pesimistas… ¿cómo “vendes” el proyecto?
Con pasión y transmitiendo que la película puede tener un valor social. Con mucho rigor también: el guión se valoró muy positivamente. Me interesan temas subterráneos que no son muy conocidos y me meto en el proceso de investigación para conocer más sobre ellos.
¿Por qué dar el salto del montaje a la dirección de un largo con este tema precisamente?
No distingo entre formatos, todos me parecen válidos y dignos: me había planteado hacer un trabajo documental, corto o largo, sobre el trastorno de personalidad, pero me di cuenta de que los afectados agudizaban su comportamiento lesivo porque era eso lo que yo quería retratar, así que, por ética, lo aparqué. Me pareció entonces que la manera de canalizar mi inquietud por el tema era adaptarlo al largo de ficción: de ahí trasplanto toda la información que tenía para construir el personaje protagonista.
¿Hay una intención divulgadora o preventiva en el film?
No tiene vocación de sentar cátedra sobre el tema, porque no me considero una voz autorizada para ello: he pretendido hacer un film sobre un personaje y no sobre un tema. Hay muchos libros que van más lejos hablando de esa enfermedad. Soy consciente de que abro los ojos sobre el problema: me parece interesante que el cine no sólo sea pasatiempo y entretenimiento, sino que plantee preguntas.
Eres uno de los productores de la cinta… ¿podemos definirla como independiente?
He tenido libertad al 100%: mis socios coproductores han confiado en mí tanto en el guión, como en la puesta en escena, desde el principio. Han tenido fe y confianza y me han dejado hacer. Si algo no funciona en la película, es culpa mía.
El ser una película de un presupuesto que no llega al millón de euros ¿da más libertad?
El nivel de compromiso es diferente. Sabemos que con esta película no vamos a reventar la taquilla y eso te permite no hacer concesiones. No tenemos un sponsor detrás o la presión de estrenar con muchas copias: salimos sólo con ocho. Queremos cuidar la película: sería absurdo competir contra una película comercial americana.
Tras el paso por Donosti, ¿detectas interés fuera de España?
A continuación me voy a Toulouse, al festival; luego competirá en el BFI de Londres y hay varios certámenes más que se han interesado, como Zurich. Mi plan es seguir trabajando como montador, pero ya estoy escribiendo otro guión.
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.
