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Bodo Kox • Director

"Me camuflo bajo un traje tejido con sentido del humor"

por 

El director de culto Bodo Kox, icono del cine off polaco (Marco P. and the Bike Thieves, Doppelganger) llega a un público más amplio con The Girl from the Wardrobe [+lee también:
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entrevista: Bodo Kox
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. La cinta, seleccionada en la sección competitiva East of the West del 48° festival de cine de Karlovy Vary, es una producción de WFDiF en cooperación con Canal+. Cineuropa se reunió con su director, que también ha hecho sus pinitos frente a la cámara en obras como Blood From the Nose o Snow White and Russian Red [+lee también:
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Cineuropa: ¿Cuánto tiempo transcurrió entre la redacción del guion de The Girl from the Wardrobe y su rodaje?
Bodo Kox: Escribí el guion a finales de 2006, así que tuve cinco años para pensar en cómo llevarlo a la pantalla. En ese tiempo, conocí a varios productores, pero no fue hasta 2010, cuando hice un curso en la escuela de cine de Lodz y gracias al profesor Robert Glinski, que el proyecto interesó a Włodzimierz Niderhaus, que dirige la empresa Documentary and Feature Film Production Company en Varsovia. Luego la película consiguió una ayuda del Polish Film Institute.

A usted se le considera una de las figuras del cine alternativo. ¿Le resultó difícil esta primera experiencia con una producción "mainstream"?
Bastante, sobre todo por culpa mía, porque me mostré un tanto indeciso. Además, generalmente, a los directores de cine alternativo se les trata como aficionados. Uno se los imagina montando pequeños rodajes para divertirse durante las fiestas en las casas de los estudiantes. Hay una distancia enorme entre el medio profesional del cine y los autores alternativos. Además, como también he cambiado oficialmente mi nombre y mis apellidos en el carnet de identidad, así que me considerarán un loco de primera.

Más allá de los elementos de comedia, The Girl from the Wardrobe es muy seria.
¡Porque yo soy un tipo muy serio! Camuflo mi timidez, mi sensibilidad y mi desconfianza del mundo bajo un traje tejido con el sentido del humor que el destino me ha dado. Por ello, siempre que trabajo en temas serios, trato de no ser demasiado denso. Tengo un poco personalidad de payaso, lo sé, pero ello no quita que aborde temas como la soledad o la alienación con gran seriedad.

Su película cuenta una historia universal: el aislamiento, que afecta a cada uno de los personajes por razones diferentes, es una enfermedad de la sociedad contemporánea.
La tecnología ofrece todo para que seamos seres conectados. Y lo somos, pero los medios de comunicación de nuestra época nos han vuelto perezosos. Nos encerramos en casa para conocer a los demás en Facebook, creando relaciones de sustitución y perfiles falsos, escogiendo las mejores fotos, por ejemplo. Al final, y esto es lo más absurdo de todo, la tecnología que debería acercarnos nos separa.

El reparto de The Girl from the Wardrobe ofrece un trabajo impresionante. ¿Cómo trabajó con los actores? ¿Les dejó mucha libertad?
Me veo como un entrenador de fútbol más que como un creador. Me gusta el método de Andrzej Wajda: rodearse de excelentes actores y estar abierto a la cooperación, sin dictar exigencias ni imponerse demasiado. Contaba con un equipo maravilloso y desde el principio tuve claro lo que podía pedir. Soy consciente desde hace tiempo que no hay que encerrarse en las propias ideas, ya que las de los demás pueden ser interesantes. El éxito de mi película, si podemos hablar de éxito, se debe a mi equipo, a esos que yo no llamo colaboradores, sino cocreadores.

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