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Cyril Mennegun • Director

"La ambición no se ciñe solamente al dinero y el reparto"

por 

- Cyril Mennegun desentraña el sorprendente éxito de Louise Wimmer y anuncia su segundo largometraje, La rencontre

Tras su presentación en la Semana de la Crítica de Venecia, Louise Wimmer [+lee también:
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ha sido todo un éxito en los cines franceses y se ha llevado los premios César a la mejor ópera prima y el Louis Delluc al mejor primer largometraje de 2012. Hablamos de eso y más con su director, que actualmente prepara su segunda película: La rencontre, que protagonizarán Alexandre Guansé y Céline Salette.

Cineuropa: Más allá de los méritos de la película, ¿cómo se explica el éxito de Louise Wimmer dado el tema a priori tan poco glamuroso que trata (una mujer de casi 50 años de edad que lucha por no caer en la pobreza)?
Cyril Mennegun: Evidentemente, es fruto del trabajo de todo un equipo, que va desde la producción (Zadig) hasta la distribución (Haut et Court); sin embargo, también creo que la película contiene ciertas resonancias de nuestra época, con la problemática general de la crisis y la necesidad que tiene el público de tener acceso a obras que aborden asuntos que nos tocan de cerca a todos con una mirada más sensible que el trabajo periodístico que se ocupa de estas cuestiones con un lenguaje cifrado y un poco deshumanizado.

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¿Cómo influyó su experiencia como documentalista a la hora de probar con la ficción?
Soy autodidacta; nunca estudié en una escuela de cine, por lo que no cuento con un bagaje repleto de referencias teóricas fuertes, sino que me hice cinéfila con el paso del tiempo. Me formé haciendo documentales y lo que me queda de aquello, más que la capacidad de captar la realidad, es el respeto por la persona filmada, sea real o no: el respeto por el personaje que escribimos en el guion y describimos en el marco de una ficción.

¿Cuáles son sus predilecciones cinematográficas?
Me gustan, entre otros, los neorrealistas italianos, John Cassavetes, directores anglosajones como Lodge Kerrigan que, desde mi punto de vista, forman parte de los grandes directores aunque no hayan tenido un gran éxito en taquilla, Laurent Cantet, Bruno Dumont…

¿Cuál es la base de la fidelidad que mantiene con su productor, Bruno Nahon?
Él es muy coherente en cuestiones de gustos y valores, con lo que quiere hacer y con las herramientas de que dispone para financiar y sacar adelante películas. Hace diez años que trabajamos juntos y es muy representativo de una incipiente generación de productores muy preocupados por el mundo actual. Tuvo que pelear por Louise Wimmer porque era un primer largometraje sobre un tema nada fácil, sin estrellas y a cargo de un director desconocido.

¿Qué opinión tiene acerca del reciente debate sobre las complicaciones a que deben enfrentarse jóvenes cineastas franceses a la hora de hacer sus primeros o segundos largometrajes?
Cuando trabajaba en Louise Wimmer, me decían: "hoy en día, es casi imposible hacer un primer largometraje". Ahora, a veces me dicen que el segundo largometraje es aún más duro. Siempre hay algo para enfriar los ánimos [risas], pero creo que no hay ninguna verdad absoluta, que todo depende de la película que queremos hacer, de la energía que ponemos en el guion. De todas formas, siempre es difícil hacer una película. Nadie mide el tiempo, los esfuerzos y el trabajo que fueron necesarios para que Louise Wimmer exista; no obstante, también es un recorrido que puede dar ánimos a quienes quieren hacer cine: no estamos obligados a dejar esto o aquello para conseguir nuestro objetivo.

¿En qué fase se encuentra su próximo proyecto?
Ahora mismo estoy terminando de escribir el guion y debería entrar en rodaje el próximo invierno. La rencontre [título provisional] es una historia de amor sobre un fondo de crisis y replanteamientos sobre la marginalidad en el mundo. Mi trabajo siempre gira en torno al retrato de personajes fuertes. Protagonizará la película Céline Salette y voy a apostar una vez más por un actor totalmente desconocido como Alexandre Guansé. Estoy convencido de que el cine francés necesita caras nuevas y esto solo se consigue con gente como yo; no se me ocurre otra manera. No será una película difícil de financiar ya que por ahora valoro mucho mantener mi libertad. Podría hacer cine con más dinero pero no me interesa. La ambición no se ciñe solamente al dinero o al reparto, sino que también consiste en ser coherente con uno mismo, en trabajar en función de esa coherencia y con la manera que tiene cada uno de narrar. A pesar de todos los premios que ha ganado Louise Wimmer, me considero aún como un aprendiz de director de cine.

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