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Cesc Gay • Director

"Quería mostrar nuestro lado más sentimental"

por 

- Con Una pistola en cada mano, el director catalán Cesc Gay ha clausurado la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Roma.

Ocho hombres con crisis de identidad protagonizan esta película coral, con un reparto de excepción, diálogos afilados y situaciones irresistibles. Con Una pistola en cada mano [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, el director catalán Cesc Gay (Krampack, En la ciudad) ha ofrecido una dosis de diversión al público de la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Roma, donde ha sido la película de clausura. Retrata irónicamente a un grupo de hombres de mediana edad, cada uno perdido a su manera. Uno va al psicólogo y llora por cualquier razón. Otro vuelve a vivir con su madre, con un gato en el lugar de la novia. Otro intenta reconquistar a su ex, mientras que alguno intenta seducir a su compañera de trabajo e incluso hay quien afronta una traición sentimental sentado hasta el cuello de fármacos en un parque. La fuerza de la película reside en los diálogos, escritos por el director junto a Tomás Aragay, y en un excepcional reparto compuesto por actores como los españoles Javier Cámara, Luis Tosar, Eduardo Noriega, Eduard Fernández, Jordi Mollà, Alberto San Juan y los argentinos Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia.

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Cineuropa: Tu película muestra, bajo distintas formas, una crisis de identidad masculina, mientras que las mujeres salen triunfantes. ¿Se trata de una manera de desquite?
Cesc Gay: Mi intención era hacer una comedia un poco cruel sobre los hombres. Me he divertido mucho mientras escribía el guión. Quería subrayar los vicios de los hombres a la hora de expresar sus sentimientos. La verdad es que nos hemos hecho mucho más femeninos, pero aún tendemos a reprimir nuestras emociones. Mi idea era mostrar nuestro lado más sentimental. Las mujeres de la película, en cambio, no son problemáticas, son fuertes, por encima de todo, y eso pone las cosas aún más difíciles a los personajes masculinos.

¿Cómo nació la estructura por episodios de la película?
En Una pistola en cada mano se pasa de una historia a otra sin que se crucen. Sin embargo, todos los personajes se mueven en un determinado entorno, el masculino. Les he situado en la posición en que conocen a alguien y no se lo esperan: delante del ascensor, en el parque, por la calle. Nosotros, los hombres, siempre queremos tener el control de la situación, hasta que un imprevisto te coloca en una posición frágil.

La estructura por capítulos es típica de la comedia italiana. ¿Te ha influido de alguna manera?
Es verdad. He pensado en las películas divididas en capítulos de Vittorio Gassman y también en Ayer, hoy y mañana con Marcello Mastroianni. Siempre he deseado ser músico y hacer canciones de tres minutos. Así que he concebido la película como un gran conjunto de canciones y elementos. Mi interesan las historias fragmentadas. Ya desde mi primera película, que hice con veinte años en Nueva York (Hotel Room) y estaba compuesta por varias historias.

Una pistola en cada mano es una película muy teatral. ¿Has pensado llevarla a los escenarios?
He escrito un par de obras teatrales cuando tenía quince años, pero luego he descubierto una cámara de Súper 8 y ya no me he separado de ella. Ahora que hay crisis y el cine es tan caro, he vuelto a pensar en el teatro. Pero en el teatro mandan los actores y eso me pondría nervioso. En el cine, el trabajo con los actores sigue durante el montaje. Cuando trabajas con matices, es importante pedir a un actor que haga una escena de dos maneras. Luego decides en el montaje.

¿Cómo surgió el título de la película? Siempre es raro como encuentras los títulos. Mientras escribía los diálogos del personaje de Candela Peña, me gustó como sonaba, es muy masculina. Quería darle un toque de western, me hacía pensar en hombres duros, austeros, como Clint Eastwood o John Wayne, que es citado en la película. Mientras escribía, tenía una foto suya y de Robert Mitchum delante. En España, además, las mujeres asocian la pistola a otra cosa, de tipo erótico. Me parecía un buen título.

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