email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Nicolas Wadimoff • Director

“Siempre vuelvo”

por 

Cineuropa: Desde Les gants d'or d'Akka (1992), tu trayectoria como director y productor se ha cruzado varias veces con Palestina. ¿A qué se debe?
Nicolas Wadimoff: Cada vez que voy a ese lugar, me digo que es la última vez, pero es como si lo llevara en la sangre, siempre vuelvo. Tiene que ver también con mi interés por la identidad, el origen y el exilio, seguramente a causa de mis orígenes mestizos.

Trabajaste con Béatrice Guelpa, con quien habías realizado L’accord (2005). ¿Cómo se desarroló esta colaboración?
Ella es periodista y escritora y su enfoque humano me interesa mucho. En Aisheen (Still Alive in Gaza) [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Nicolas Wadimoff
ficha de la película
]
, buscamos juntos a los actores de la película, preparado el terreno para rodar e intercambiamos mucho in situ.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Cómo lograste entrar en Gaza con una cámara en febrero de 2009, poco después de la ofensiva militar de Israel?
Gracias al apoyo de la televisión suiza, pude rodar durante catorce días en Gaza. Es mucho con respecto a las autorizaciones normales, pero muy poco para un largometraje. ¡No podíamos perder ni un minuto! En este sentido, el trabajo con Béatrice Guelpa y el director de fotografía Frank Rabel fue fundamental.

En un campo de ruinas que el ejército israelí sigue atacando regularmente, deambulas en Gaza sin dar la palabra a los dirigentes. ¿Por qué tomaste esta decisión?
Más que por los oficiales, fuimos a ver a todos los que intentan rehacer su vida. Pero si hubiéramos visto una escena interesante con alguien de Hamas, la habría filmado.

Cuando filmas la entrevista de raperos para una radio independiente islamista, la influencia de Hamas sobre la sociedad de Gaza se trasluce claramente. ¿Su libertad de expresión es el reflejo de las aspiraciones profundas de la población?
En esta secuencia, se percibe el control absoluto de Hamas - que no es la tendencia más radical en Gaza - y este grupo de rap se atreve a decir en voz alta lo que la gente piensa en voz baja. En noviembre, organizamos tres proyecciones de la película en Gaza. Los raperos y gente de Hamas vinieron y todos participaron en los debates. El debate es aún posible cuando hay buenas condiciones, en este caso en torno a un acontecimiento preciso, la proyección de una película. Pero estas posibilidades de debate son muy raras.

La película comienza con las imágenes de un parque de atracciones destruido. Filmas los símbolos de la despreocupación y la admiración - un zoológico, payasos - que fueron decapitados por la guerra. ¿El sueño es más fuerte que la guerra?
Rápidamente me di cuenta de que la película estaría del lado de los vivos. Lo decidí cuando percibí esta dinámica universal: el ansia de reconstrucción tras las peores catástrofes. Así, fuimos hacia los lugares de vida casi banales en cualquier otra parte y que allí se vuelven increíbles.

Muestras también a una familia cuyos olivares ha sido destruidos. ¿Qué pasó?
Aquí fue la invasión terrestre. Es indefendible y espero que la secuencia lo deje bastante claro. En la película, se plantea la pregunta: ¿valía la pena destruir este campo de olivos, algunos de los cuales son pluricentenarios?

¿La esperanza es más viva entre los jóvenes?
La gente mayor está viviendo su segunda o tercera guerra, tienen una cierta resignación. Mientras que las nuevas generaciones tienen la energía loca de la juventud.

Aisheen recibió el premio del jurado ecuménico en la Berlinale. ¿Ha protestado Israel?
No, en absoluto. Incluso nos invitaron a la Filmoteca de Tel-Aviv para hacer una proyección especial. Algunos israelíes que conozco están de acuerdo con que presentemos la película y podamos discutir sobre ello.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy