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Gabe Ibáñez • Director

“Las herramientas del cine son idóneas para mostrar la locura”

por 

- Licenciado en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense de Madrid, Gabe Ibáñez ha realizado efectos especiales, publicidad, un cortometraje y ahora un largo

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Gabe Ibáñez: Yo no tenía intención de hacer una película tan pronto, estaba preparando otro cortometraje, pero buscaban un director para un proyecto que tenían entre manos. Fue toda una sorpresa cuando me llamaron y no dudé en decir que sí.

¿Cómo hiciste de ese encargo algo personal?
El guión no estaba cerrado, tenían la idea central y fuimos a la isla a recopilar atmósferas haciendo fotos. Me reunía semanalmente con el guionista para tratar el aspecto visual. Y la locura me interesaba mucho: me daba juego para hacer un cine visual, basado en las posibilidades del lenguaje fílmico, la fotografía y el sonido. La locura es algo muy abstracto, pero las herramientas del cine son muy adecuadas para abordarla. La capacidad sensorial del cine, con la música, el montaje y los colores, ayuda mucho a tratar un tema así. Si me hubieran ofrecido una comedia, no sé qué habría dicho...

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¿Fue una imposición que la protagonista fuera Elena Anaya o fue elección tuya?
Yo quería a esta actriz. No hubo imposiciones, más allá del tema y el estilo. El objetivo era hacer una película de género de estas características, pero desde el principio tuve mucha libertad. María, el personaje de Elena, está en el 95% de los planos, porque el guión gira en torno a su visión de las cosas. Y ella tiene esa capacidad para sostener visualmente la película, pues está prácticamente sola en casi todo el metraje. El otro personaje es la atmósfera del film, algo que, obviamente, no estaba en el set de rodaje. Así que tenía que explicarle a ella todo, para que entendiera dónde estaría y ecualizara su interpretación a ese vacío. Tenía su trabajo de actriz –con un personaje complicado- y, además, entender cuál era el planteamiento cinematográfico de la película. Es un método poco habitual de trabajar para una actriz y ella lo ha hecho muy bien.

¿Fue entonces un rodaje digamos que poco convencional?
Sí. En el equipo había bastante gente que rodaba su primera película, pero para los más veteranos parecía algo caótico: trabajábamos con dos cámaras, en cada toma cambiábamos las cámaras de sitio, yo hablaba en medio de las tomas con la actriz y el cámara, etc... Desde el punto de vista más tradicional del cine, eso es un caos, pero nosotros sabíamos que es una forma posible de rodar. Incluso la interpretación de los actores debía salirse del estilo naturalista habitual. Nos hemos lanzado a correr riesgos.

¿Te ha sido útil haber trabajado en publicidad para crear esas atmósferas?
Sí, y también para no ser un novato absoluto. Soy un principiante en el cine, pero llevo muchos años trabajando con imágenes. Esos trabajos anteriores me hacían planear mucho las imágenes: en publicidad cada plano está justificado; eso te hace ser muy analítico al abordar el tratamiento de la imagen. Haber trabajado tanto en otras áreas visuales me ha ayudado a entender la cámara y lo que es un rodaje, pero la publicidad tiene un estilo muy marcado, que es peligroso. Pero bueno, pasa siempre con directores que se han curtido rodando anuncios: te hace ser más formal y considerar parte de tu trabajo aspectos que otros directores piensan que son tareas del director de fotografía o el decorador; pero cuando vienes de ese mundo estás más acostumbrado a que esas áreas sean tu responsabilidad también.

¿Qué fue lo más complicado de todo el proceso de producción de Hierro?
A nivel técnico: rodar en el ferry, pues se movía continuamente. Y en general, lo más difícil de hacer tu primera película es darte cuenta de tus limitaciones, de lo difícil que es llegar a transmitir lo que buscas y de cómo te afecta todo lo que le pasa a tu equipo. Llegas a ser consciente de lo incontrolable que es todo: lo difícil que es lograr lo que quieres hacer e incluso que las películas se hagan finalmente. Es todo un proceso de aprendizaje, por eso después de hacer Hierro, ya estoy preparado para hacer mi primera película (risas).

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