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El marketing participativo en el cine: una propaganda más económica

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- Los internautas responsables del despegue de Grégoire (Toi + Moi, etc.), por medio de la discográfica comunitaria My Major Company, tienen razones para alegrarse: de ahora en adelante pueden apostar por el estreno de películas en sala y convertirse así en minicodistribuidores. Esto, gracias a la página web Peopleforcinema.com, que gira en torno al nuevo concepto en boga: el "marketing participativo".

El concepto es simple. Los que creen en el potencial comercial de, por ejemplo,  Emotifs anonymes, de Jean-Pierre Améris —estrenada en diciembre— no tienen más que inscribirse en la página web. El monto total de su inversión (limitado a un 10% del presupuesto para la distribución de la película, que, por lo general, es de entre 30 000 y 100 000 euros) contribuirá a financiar la edición de copias y la campaña publicitaria de la película.

Si la película es un éxito, bingo, si no...

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A cambio, los inversores tocarán a una parte de los ingresos del distribuidor, siempre y cuando la película llegue al umbral de rentabilidad. Cuando el distribuidor pierde, la "people for cinema" pierde también (el último fracaso de Sophie Marceau, L’Age de raison, tenía que vender más de 950 000 entradas, pero recaudó dos veces menos dinero de lo esperado. En resumen: 963 perdedores). No obstante, si la película es un éxito, bingo.

Peopleforcinema se lleva el 10% de las inversiones y el 15% de los ingresos. Los cofundadores (un dúo que se complementa a la perfección: Simon Istolainen, que con apenas 26 es el fundador de MyMajorCompany, y Serge Hayat, de 48 años, director del fondo de inversión Soficas Cinémage 4) tuvieron el buen olfato de centrarse en la distribución (ya habían negociado con Mars, SND, Wild Bunch, StudioCanal…), y no en la producción como Touscoprod.com o We-are-producteurs.com que no consiguieron remontar.

"Con cada entrada vendida, los distribuidores son los primeros en beneficiarse, están al tope de la jerarquía. Los productores tardan años en recuperar su dinero y, muy a menudo, lo pierden", explica Simon Istolainen.

Propaganda y embajadores gratuitos

Los más arriesgados, que busquen obtener las mayores ganancias, sin embargo, pueden seguir su camino: por cada película, se pueden invertir hasta € 500, y se puede ganar como máximo el doble de lo invertido. Los distribuidores, en efecto, no tienen ningún interés en ver arribar a inoportunos nuevos "socios".

Su objetivo es otro: se trata de consolidar una comunidad de embajadores del filme que asegurarán una propaganda gratuita con las herramientas de hoy día: redes sociales, blogs... a cambio de consentir a sus agentes de marketing viral como a invitados de honor: acceso a premières, eventos asociados con la película, promesas de "descubrir el cine tras bastidores".

Para Stéphane Célérier, director general de Mars Distribution, no es nada revolucionario, solo una técnica más en la ya amplia gama de estrategias publicitarias.

Hoy en día los espectadores tienen un conocimiento casi quirúrgico de las películas. Sin salir de sus habitaciones, pueden hacerse una idea bastante precisa gracias al revuelo mediático en la red".

Pero, después de todo, algunos "mensajeros" adicionales nunca le vienen mal a nadie. Excepto, tal vez, a Sophie Marceau.

Fuente: lesinrocks.com

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